La producción de pistachos en Argentina ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, con plantaciones que ya suman unas 25.000 hectáreas, según la Red Nacional de Estudio de los Pistachos en Argentina, creada en 2023. La mayoría de los árboles se encuentran en la provincia de San Juan, ubicada junto a la cordillera de los Andes, donde se combinan condiciones climáticas adecuadas con disponibilidad de tierra agrícola.
La red ha identificado 65.000 km² en San Juan, Mendoza, San Luis y La Pampa con temperaturas propicias para el cultivo del pistacho, árbol que tarda aproximadamente siete años en producir frutos significativos y requiere veranos calurosos y secos e inviernos fríos. Los productores señalan que la superficie cultivada podría aumentar de manera considerable en los próximos años.
Aunque Argentina aún está lejos de los principales productores mundiales —Estados Unidos, Irán y Turquía—, se consolida como el único país significativo en Sudamérica. La industria local apunta a aprovechar el período en que el hemisferio norte no produce, con miras a fortalecer las exportaciones.
El cultivo en Argentina utiliza principalmente semillas de portainjertos de California. SolFrut, con casi 1.210 hectáreas, se perfila como uno de los mayores productores una vez que inicie la cosecha en 2027. Según José Chediack, presidente del Grupo Phronesis, que integra a SolFrut, la inversión promedio por acre es de aproximadamente 12.000 dólares.
Marcelo Ighani, pionero en el cultivo de pistachos en San Juan desde la década de 1980, gestiona actualmente el vivero Pisté, que produce portainjertos para uso propio y para otros productores. Desde 2023, Pisté ha incrementado su producción anual de portainjertos hasta 400.000 plantas previstas para 2025, debido a la demanda insatisfecha de nuevos plantadores.
El Consejo Federal de Inversiones indicó que Argentina exporta entre un tercio y la mitad de los pistachos producidos, principalmente a Italia, seguida de Rusia, Australia y otros países latinoamericanos. Los productores esperan que las exportaciones aumenten a medida que más hectáreas entren en producción y se incorporen nuevos inversores al mercado.
En provincias como Mendoza y San Juan, algunos productores han reemplazado viñedos por pistachos y otros frutos secos, en respuesta a cambios en la demanda del mercado. Ramiro Martins, agricultor de Mendoza, plantó 250 acres de pistacho y espera iniciar la cosecha en 2026, complementando su producción con almendras y nueces.
En San Juan, los pistachos ocupan la tercera mayor superficie agrícola, detrás de viñedos y olivares. Miguel Moreno, secretario de Agricultura de la provincia, indicó que la demanda sostenida del fruto seco representa un incentivo para inversiones a largo plazo en la región.
El aumento del consumo y la diversificación de productos locales reflejan la expansión de la industria del pistacho en Argentina, con un crecimiento tanto en superficie cultivada como en producción orientada al mercado nacional e internacional.
Fuente: agronegocios.co