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Paraguay busca que su piña destaque en los mercados internacionales

El sector piñero paraguayo está experimentando un cambio profundo que podría marcar un antes y un después en su proyección internacional. En Horqueta, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) acompaña a más de un centenar de productores en 500 hectáreas de cultivo, donde se obtienen piñas que promedian 1,3 kilos y ejemplares de hasta 2 kilos en parcelas demostrativas, un tamaño casi inédito en el país.

Estas mejoras no solo inciden en la producción, sino también en las oportunidades comerciales. Actualmente, Paraguay envía piña a Argentina y Uruguay, con unos quince camiones por semana, y espera cerrar el año con 35 envíos. Sin embargo, el objetivo ahora es conquistar mercados más exigentes, como el chileno, donde se requieren frutas de mayor tamaño y cajas con menos unidades, lo que podría traducirse en precios mucho más altos para los productores.

El cambio en la gestión del cultivo ha sido clave para estos avances. Los productores han limitado la multiplicación de hijuelos a dos por planta, seleccionando los de mejor calidad genética. De esta manera, la energía de la planta se concentra en el desarrollo de la fruta principal, aumentando su tamaño y calidad en menos de un ciclo agrícola.

El mercado interno se mantiene abastecido casi todo el año, con pequeñas importaciones de Brasil en los meses más fríos, cuando la producción local disminuye. La rapidez de recuperación de la piña, con un ciclo de tres a cuatro meses, permite que la oferta se restablezca con facilidad, a diferencia de cultivos como el banano, que tardan hasta ocho meses en recuperarse.

No obstante, no todas las regiones avanzan al mismo ritmo. En zonas como Guayaibí, los rendimientos aún no alcanzan los niveles necesarios para exportación, debido a prácticas tradicionales y variedades obsoletas. Para revertir esta situación, el MAG trabaja con referentes locales en la adopción de nuevas tecnologías y mejores técnicas de manejo.

De cara a los próximos años, se proyecta la introducción de variedades más resistentes al frío y con mejor desempeño comercial, gracias a un programa de cooperación con la misión técnica de Taiwán. Esta iniciativa contempla ensayos a escala y transferencia tecnológica a los productores, con foco en sostenibilidad y competitividad.

Según Paniagua, especialista del sector, los resultados en Horqueta representan una oportunidad para que Paraguay deje de competir únicamente por precio y comience a competir por valor. El tamaño de las frutas, que alcanza los dos kilos, no solo es un logro agronómico, sino un símbolo del cambio estructural que está viviendo el rubro. La próxima campaña será determinante para consolidar este avance y colocar a la piña paraguaya en las góndolas internacionales con estándares de calidad mundial.

Fuente: infonegocios.com.py

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