El mercado de la papaya en Brasil vive un momento de contrastes, mientras la demanda —tanto doméstica como internacional— continúa en ascenso, las dificultades en campo y las limitaciones regulatorias hacen que producir esta fruta sea cada vez más complejo. Así lo explica Jonas R. Spindel, director comercial y socio de Nortefrut, una de las empresas más consolidadas en la producción de papaya en el país.
© Nortefrut
"Aunque Brasil es el principal proveedor de papaya para Europa, la exportación representa apenas entre el 5% y el 10% del volumen de Nortefrut. El mercado doméstico absorbe la mayor parte de la producción, con un consumo sólido y un reconocimiento creciente de la calidad del fruto. Actuamos en todo el territorio nacional, y nuestra prioridad sigue siendo Brasil", señala Spindel. A nivel regional, también abastecen mercados como Uruguay y Argentina.
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Una parte del éxito de la compañía en Europa se debe al manejo poscosecha, la papaya destinada al Viejo Continente se cosecha lo más próxima posible a su punto ideal de maduración, lo que garantiza una experiencia superior para el consumidor. "Sin embargo, producir con estándares europeos sigue siendo un reto. Las restricciones relacionadas con los límites máximos de residuos (LMR) limitan el uso de herramientas fitosanitarias y reducen drásticamente la disponibilidad de fruta apta para exportación. Las reglas del mercado europeo son muy diferentes. Producir bajo esas limitaciones es mucho más desafiante", afirma.
A esto se suman factores estructurales que afectan al cultivo en Brasil. Spindel destaca el impacto de enfermedades, comportamientos climáticos cada vez más aleatorios y un acceso limitado a productos fitosanitarios adecuados para cultivos considerados menores, como la papaya. "Hay productos permitidos para otras frutas, incluso de mayor riesgo, que no se pueden usar en la papaya simplemente porque no existen estudios para este cultivo", explica. Esta falta de inversión en investigación limita la capacidad del sector para mejorar su productividad.
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En cuanto a variedades, Nortefrut trabaja principalmente con papaya Formosa, basada en semillas híbridas de Tainung 01, aún la genética más aceptada por el mercado. Spindel comenta que las alternativas probadas hasta ahora no han logrado una adhesión significativa debido a problemas técnicos o de rendimiento. En el caso del papaya Solo —más pequeño— el mejoramiento genético se realiza dentro de las propias fincas, mediante selección continua de plantas.
A pesar de las dificultades, la demanda internacional continúa creciendo, impulsada por consumidores que buscan una fruta más sabrosa y madura, similar a la que se consume en Brasil. "Hoy tenemos más demanda de la que podemos ofrecer", afirma Spindel.
Para más información:
Jonas R. Spindel
Nortefrut
Brasil
Tel.: +55 11 96211-0540
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