La Corporación Bananera Nacional (Corbana) presentó el viernes 5 en Pococí, Limón, los avances de su programa de evaluación agronómica y llevó a cabo una degustación de nuevos cultivares de banano desarrollados en colaboración con centros de investigación de Francia y Brasil. El trabajo se orienta a identificar materiales genéticos con potencial comercial que aporten resistencia frente al Fusarium Raza 4 Tropical (Foc R4T) y la sigatoka negra, con el fin de reforzar la seguridad del sector bananero costarricense.
Los materiales analizados por la Dirección de Investigaciones proceden de convenios con el CIRAD francés y la institución brasileña Embrapa. El proyecto pretende generar alternativas biológicas ante dos de las enfermedades más dañinas para las musáceas a escala global, en un contexto en el que Costa Rica continúa libre de Foc R4T.
Desde la gerencia de Corbana se subraya que, aunque la plaga no está presente en el país, la entidad trabaja de forma preventiva para evitar su ingreso. La organización considera que esta preparación anticipada implica retos a medio y largo plazo, pero es esencial para asegurar la continuidad y estabilidad del negocio bananero en los mercados internacionales.
La evaluación de los cultivares no se ha limitado a su respuesta frente a patógenos, sino que también ha incluido su adaptación a las condiciones ecológicas de las zonas productoras y la aceptación sensorial del consumidor. El área de Agrofisiología destaca la importancia de analizar cómo se perciben características como el aroma, el sabor o la textura, y señala que los productores han empezado a participar en estas valoraciones mediante parcelas experimentales que sirven para generar una base de datos útil ante un eventual escenario de ingreso del Foc R4T.
La jornada técnica se desarrolló en el Centro de Investigaciones en La Rita, donde los asistentes recorrieron el Jardín de Musas, un espacio que reúne tanto los materiales en estudio como otras variedades conservadas con fines científicos, aunque no formen parte del circuito comercial.
Como parte del proceso, se realizó una degustación de seis líneas procedentes de Embrapa y CIRAD, una actividad que permite valorar si estas opciones cumplen los parámetros de calidad esperados por el mercado internacional. Desde el área de investigación se explica que la opinión del público sobre atributos organolépticos es clave para determinar el potencial de desarrollo futuro de estas variedades.
La introducción de los nuevos materiales vegetales se efectuó bajo protocolos estrictos de bioseguridad. Las plantas ingresaron al país en condiciones fitosanitarias controladas, pasaron por cuarentena y un periodo de adaptación antes de su traslado a las áreas experimentales. Con estas medidas, el sector busca reforzar su resiliencia y asegurar el suministro continuo de fruta hacia los destinos internacionales.
Fuente: caribeactual.com