Los precios mayoristas del plátano de Canarias en la Península se encuentran en niveles bajos y continúan cayendo, sin que por el momento se observe un rebote significativo.
Según fuentes del sector, en la semana 50 el plátano en verde de calidades superiores —extra y primera—, destinado a maduración en la Península, se comercializó entre 0,80 y 0,90 euros por kilo. Estos valores implican que los agricultores perciban ingresos netos por debajo de los costes de producción, que oscilan entre 0,70 y 0,80 euros por kilo en finca, y que, tras sumar gastos de empaquetado y transporte —alrededor de 0,40 euros por kilo— se reducen a entre 0,40 y 0,50 euros por kilo en su cuenta bancaria. Se trata de pérdidas que ya se observaron durante los meses de verano y que ahora se repiten en la temporada navideña, tradicionalmente crítica para el mercado del plátano canario.
A pesar de los bajos precios en origen, la fruta isleña se vende en la Península a un precio al público cercano a los 2,50 euros por kilo, lo que evidencia la diferencia con la banana importada de Latinoamérica o África, que mantiene un margen de un euro por kilo más económico en los lineales. Las ayudas directas de la Unión Europea pueden compensar parcialmente estas pérdidas, con un máximo de 0,33 euros por kilo, dentro de un presupuesto de 141,1 millones de euros para 420 millones de kilos, aunque en muchos casos esto no cubre los costes totales del productor.
Los informes semanales de coyuntura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAPA) reflejan esta caída. En la semana 50 de 2025, correspondiente al 8-14 de diciembre, el precio medio recibido por el platanero fue de 0,69 euros por kilo, un descenso del 11,48% respecto a la semana anterior (0,77 euros por kilo).
En su última reunión, la Comisión de Seguimiento de Mercado de Asprocan informó que los envíos a la Península durante la semana 50 alcanzaron los 6,2 millones de kilos, ligeramente por debajo de los 6,5 millones previstos. Para la semana 51 (15-21 de diciembre) se mantiene la proyección de 6,5 millones de kilos, dentro de una marca de corte anual de 7,1 millones de kilos. Los excedentes, alrededor de 600.000 kilos, se destinarán al Banco de Alimentos, a la exportación —principalmente hacia Marruecos— o se retendrán en finca a la espera de un momento más favorable para su venta.
Fuentes del sector no descartan que, ante la presión de la oferta y los elevados costes de transporte, se recurra a la conocida "pica": la retirada de fruta del mercado mediante su destrucción o la utilización en otros fines distintos del consumo humano, como medida para evitar que los precios sigan cayendo y mitigar pérdidas para los productores.
Fuente: eldiario.es