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El consumo de boniato fresco ha pasado en España de 4 a 6 kg por persona al año

Desde los suelos arenosos de Sanlúcar de Barrameda, el boniato (también llamado batata) se ha abierto camino hacia los mercados de toda España gracias a una demanda que no deja de crecer. El consumo en fresco de esta hortaliza ha pasado de algo más de 4 kilos por persona al año a cerca de 6, un cambio que en el sector se atribuye, en parte, a que muchos consumidores lo utilizan como alternativa a la patata.

Este crecimiento del mercado obligó a la cooperativa Frusana a dar un paso decisivo en su estructura productiva. Para adaptarse a las exigencias de la distribución y acompañar el aumento de la demanda, la entidad acometió una inversión cercana a los 2 millones de euros, destinada a la construcción de un nuevo almacén y a la adquisición de maquinaria específica para la manipulación y, especialmente, para la curación del boniato.

El proceso de curación ha sido clave en esta evolución. Esta técnica consiste en mantener el boniato durante aproximadamente una semana a una temperatura controlada para reforzar la piel y mejorar su conservación. Gracias a ello, la campaña del boniato de Sanlúcar ya no se limita a los primeros meses tras la recolección, sino que puede prolongarse hasta marzo, lo que ha permitido mantener el producto en los lineales durante más tiempo y ha contribuido a que las ventas en Mercadona, su principal cliente, hayan crecido alrededor de un 35% en los últimos años. Desde la cooperativa subrayan que ya no se trata únicamente de recolectar y vender de forma inmediata, sino de gestionar el producto para garantizar continuidad y estabilidad comercial a lo largo de la campaña.

La evolución de la producción también ha estado condicionada por el factor hídrico. Las lluvias registradas a lo largo del último año han supuesto un alivio para los agricultores, después de que la sequía y las restricciones al uso del agua obligaran la pasada campaña a reducir la superficie plantada de un cultivo especialmente exigente en recursos hídricos. Con una disponibilidad de agua más favorable, la previsión para esta temporada sitúa la producción en torno a las 15.000 toneladas, lo que supone un incremento del 30% respecto al ejercicio anterior. En la cooperativa reconocen que en los últimos años la producción se había visto limitada precisamente por los problemas de abastecimiento de agua.

Actualmente, Frusana destina al boniato unas 300 hectáreas, con un rendimiento medio de unos 50.000 kilos por hectárea. De los 300 agricultores que forman parte de la cooperativa, alrededor de 110 están especializados en este cultivo, y la estrategia compartida pasa por seguir creciendo en la medida en que el mercado lo permita. Desde la gerencia se destaca que el objetivo es consolidar el desarrollo del boniato como una línea estable y con recorrido a largo plazo.

Fuente: lavozdigital.es

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