En una región donde el desierto marca el paisaje y el agua debe ser traída desde más de 100 kilómetros de distancia, Agrícola Pampa Baja ha construido un modelo agrícola intensivo, diversificado y competitivo, con el objetivo de llegar a mercados internacionales como Europa, EE. UU. y Asia en ventanas comerciales interesantes. En sus 1.300 hectáreas cultivadas en Majes, en el sur del Perú, la empresa agrícola apuesta desde hace más de 25 años por la producción de palta, uva de mesa, granada, mandarinas y, desde hace tres años, arándano.
Agrícola Pampa Baja opera en un polo agrícola gracias a un sistema de irrigación que canaliza agua desde la presa Condoroma. "Somos la única gran empresa con escala comercial de la zona", comenta el CEO Claudio Albarracín. "El proyecto de irrigación abastece de agua en su mayoría a pequeños agricultores, con parcelas de en torno a cinco hectáreas". Esta característica configura tanto sus ventajas como sus desafíos: Agrícola Pampa Baja tiene acceso preferente a infraestructura avanzada, pero enfrenta un entorno con poca tradición de agricultura empresarial, lo que complica la disponibilidad de personal especializado.
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En sus 1.300 hectáreas cultivadas en Majes, en el sur del Perú, Agrícola Pampa Baja apuesta desde hace más de 25 años por la producción de palta, uva de mesa, granada, mandarinas y, desde hace tres años, arándano.
El portafolio incluye seis cultivos hortofrutícolas principales, todos con proyección internacional. El primero en peso es la palta Hass, seguida por la uva de mesa, arándano, mandarina, granada y cebolla dulce.
Palta: liderazgo sostenido
La palta Hass es de los principales productos de Pampa Baja. Con casi 1.000 contenedores anuales, la plata Hass se cultiva en dos zonas clave: Olmos (Lambayeque) y Majes (Arequipa). "La palta de Olmos es temprana, la de Majes es tardía. Eso nos permite escapar del pico de producción nacional, entre junio y julio", explica Fanny Robles, gerente comercial. Esta estrategia les da acceso a mejores precios en el mercado internacional.
El clima de Majes favorece que se alcancen calibres más grandes: 12-18 frente a los 18-26 de Olmos. "Nuestros rendimientos pueden alcanzar en Olmos las 26 a 29 toneladas por hectárea. Estamos por encima de muchos competidores", añade Robles.
El principal destino de la palta de Pampa Baja es Europa, aunque también exporta a Asia, EE. UU. y Chile. Este último representa un destino creciente con ventajas logísticas, pues el producto llega en menos de 48 horas. "En Estados Unidos, la penetración es baja debido a la fuerte competencia con México y la producción local de California. En Asia, donde actualmente se destina un 15% de la producción, el mercado va en aumento, impulsado por la promoción que realiza ProHass de la palta peruana en China", prosigue Robles.
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Uvas de mesa de la variedad Timco.
Uva de mesa: especialización por variedad
La uva de mesa representa otro importante pilar productivo. La empresa cultiva únicamente en Majes, con una proyección de 830 contenedores, equivalentes a unos 1,65 millones de cajas. Todas las variedades son sin semilla y licenciadas: Allison, Timco, Autumncrisp, Ivory, Sweet Globe y Melody, entre otras. La distribución por tipo es de 60% verdes, 35% rojas y 5% negras. "Exportamos el 75% a Estados Unidos, luego Europa y un poco a Asia", comenta Robles.
"En el caso de Asia, representa solo el 15% de los envíos de uva debido a la competencia con la producción propia de China, con variedades como Shine Muscat, que son más económicas y tienen amplio acceso en varios mercados del sudeste asiático, donde se introducen a precios ventajosos. No obstante, algunos importadores valoran particularmente la uva peruana, en espacial uvas verdes. Japón, Corea y Taiwán son nuestros principales destinos asiáticos, y en estos mercados se demanda tanto uva verde como roja", apunta la gerente comercial.
Arándano: un cultivo prometedor pero exigente
El arándano aún representa una fracción menor, con 35 contenedores proyectados. Pese a que el precio de venta ha bajado en los últimos tres años, este berry sigue ofreciendo una rentabilidad atractiva. Cultivan las variedades Madeira y Manila (Planasa) y Sekoya Pop, con cosechas en la ventana temprana de fines de mayo a principios de diciembre. "El clima de Majes, más frío y con gran amplitud térmica entre el día y la noche, nos da ventajas en sabor, bloom y crunch", afirma Albarracín. No obstante, la expansión está en evaluación: "La mano de obra especializada es escasa y el riesgo de sobreoferta en el mercado internacional es una variable que estamos monitoreando", advierte.
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Misti es la marca principal con la que Agrícola Pampa Baja comercializa sus uvas de mesa y otros productos hortofrutícolas en los mercados exteriores.
Mandarinas: cambios y aprendizajes
La empresa ha reconfigurado su estrategia citrícola. Dejó de cultivar la variedad W. Murcott para concentrarse en la variedad Orri. "Se recolecta entre fines de agosto y principios de octubre, lo cual configura una muy buena ventana para arribos al mercado europeo y canadiense", explica Robles.
Granada y cebolla dulce: productos con ventana y margen
La granada, de la variedad Wonderful, inaugura el calendario agrícola de Pampa Baja, con cosechas entre fines de febrero y abril. Proyectan exportar 150 contenedores principalmente a Europa, donde el interés por la ventana temprana peruana ha crecido. "En la feria Fruit Attraction hubo mucha receptividad. Es una fruta con buen margen porque hay poca oferta en ese momento", señala Robles.
La cebolla dulce tipo Granex es un cultivo rotativo. Se siembra según las condiciones del mercado, alternando con otros cultivos hortícolas como la páprika. La ventana de exportación es en diciembre, principalmente a España y Estados Unidos.
Tecnología y empaque al servicio del calendario
Gracias a la planificación de cultivos, Pampa Baja tiene cosechas prácticamente todo el año: granada de febrero abril, mandarina de agosto a octubre, arándano de mayo a diciembre, palta de agosto a octubre, uva de mesa de noviembre a enero, y cebolla en diciembre. Esta continuidad permite operar la planta de empaque de forma constante y eficiente. "Empacamos y despachamos prontamente. Eso preserva frescura y reduce costos logísticos", afirma Albarracín. Además, brindan servicios de empaque a terceros durante sus ventanas de menor actividad.
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"Empacamos y despachamos prontamente. Eso preserva frescura y reduce costos logísticos", afirma Albarracín.
La marcada amplitud térmica de hasta 20 °C entre el día y la noche en Majes, que se encuentra a 1.200 metros sobre el nivel del mar, tiene efectos directos sobre el color y el sabor de uvas de mesa, arándanos, granadas y mandarinas. En uva de mesa, por ejemplo, logran niveles de Brix de hasta 20 ° y un nivel de acidez de entre el 0,65 y 0,90 g/100 ml, muy favorable para la vida útil. "Nuestros arándanos y uvas con estas características de calidad resisten más días en tránsito sin perder firmeza ni sabor", señala Robles.
"Además, la región de Majes presenta un menor riesgo climático, ya que es menos afectada que el norte del país por fenómenos como El Niño y lluvias extremas como fue el caso del Yaku. El riesgo fitosanitario es comparativamente bajo frente a zonas húmedas del norte", comenta el director ejecutivo.
Mano de obra: principal recurso por asegurar para crecer
El principal cuello de botella no es ni el agua ni la tierra, sino el personal. "No hay especialización agrícola empresarial en Majes. Tenemos que capacitar desde cero o traer gente del norte", explica Albarracín. Este factor es un gran desafío frente a cultivos intensivos en mano de obra como uva o arándano. Por el momento, la empresa tiene planes de crecimiento en palta o granada, cultivos menos demandantes en mano de obra. "Estamos evaluando nuestros terrenos disponibles en Majes y Olmos, en diferentes alternativas de crecimiento", aclara el director ejecutivo, quien añade que actualmente se está evaluando instalar un test block para cerezas low chill, con una ventana de cosecha entre septiembre y octubre, cuando hay escasa oferta en el mercado internacional.
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Uvas de mesa de la variedad Autumncrisp.
Además del cultivo de frutas, Pampa Baja tiene el establo lechero más grande del país: con más 8.000 cabezas totales, 4.000 en ordeño, con rendimientos promedios de 45 litros por vaca/día. "Esto estabiliza ingresos y nos da mayor resiliencia y diversificación frente a la volatilidad agrícola", destaca Albarracín.
Impacto económico y visión empresarial
"Pampa Baja tiene ya 25 años de trayectoria, siendo fundada por Octavio Paredes, a quien considero un 'prócer' por haber transformado un desierto en una zona agrícola próspera que hoy genera empleo para miles de personas", concluye Albarracín. "El crecimiento de Pampa Baja ha impulsado el desarrollo económico y poblacional de la zona, y gracias a un modelo de negocio sostenible basado en la diversificación de cultivos, la empresa puede cosechar, empacar y exportar durante todo el año, lo que asegura una empleabilidad continua".
Para más información:
Fanny Robles (gerente comercial)
Agrícola Pampa Baja SAC
04110 Majes (Arequipa) – Perú
Tel.: +51 910 615 673
[email protected]
www.pampabaja.com
