Cada temporada, los cultivos hortícolas tienen que enfrentarse a múltiples desafíos derivados de las condiciones climáticas, las plagas y la necesidad de aprovechar los recursos disponibles. Estas circunstancias ponen a prueba la capacidad de las explotaciones para mantener la estabilidad del cultivo y asegurar su rentabilidad, especialmente en sistemas de producción intensivos como el invernadero.
Para conseguirlo, resulta fundamental contar un riego bien ajustado, que es clave para mantener la estabilidad del cultivo, optimizar el uso del agua y proteger su productividad.
No se trata únicamente de la cantidad de agua aportada, sino de la forma, el momento y la uniformidad con la que se distribuye. En pimiento, por ejemplo, que es especialmente sensible a los desequilibrios hídricos, pequeñas desviaciones pueden derivar en problemas de cuajado, estrés fisiológico o una mayor exposición a plagas y enfermedades.
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La experiencia técnica acumulada en campo demuestra que un riego irregular, con zonas con exceso o déficit, genera plantas descompensadas y más propensas al ataque de insectos. Por ello, cada vez más explotaciones apuestan por soluciones como la tubería PC700 AS Cu Protect del Grupo Caudal, que garantiza una distribución homogénea del agua tanto en invernadero como al aire libre, incluso en instalaciones con diferencias de presión.
Además, está diseñada para trabajar en condiciones exigentes, incorporando gotero autocompensante con sistema antisucción y un laberinto interno orientado a reducir el riesgo de obturación.
Su característica Cu Protect, con la integración de cobre en el material del gotero, contribuye a limitar la proliferación de microorganismos, ayudando a mantener la eficiencia hidráulica y a prolongar la vida útil de la instalación, un aspecto especialmente relevante en campañas largas.
Tecnología de riego como mejor herramienta agronómica
Desde Grupo Caudal insisten en que el control de plagas no puede abordarse únicamente desde el tratamiento puntual. La monitorización del cultivo, el manejo integrado y un equilibrio hídrico y nutricional adecuado son factores determinantes para reducir su impacto.
Una gestión hídrica correcta evita excesos de humedad que favorecen enfermedades fúngicas y situaciones de estrés que debilitan la planta. Además, la automatización del sistema permite ajustar frecuencias y volúmenes a cada fase del cultivo, mejorando la eficiencia y reduciendo consumos innecesarios.
El riego de precisión deja de ser un elemento secundario para convertirse en una herramienta clave en la agricultura, con influencia directa en la sanidad, la producción y la rentabilidad. Contar con goteros fiables y duraderos como los de Caudal permite asegurar una aplicación uniforme del agua y los nutrientes durante toda la campaña.
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