La banana, la fruta más consumida en Rusia, por delante de las manzanas (9,8 kg por habitante al año en 2024), se ha encarecido mucho desde 2022 como consecuencia de las sanciones, la dependencia de las importaciones y las dificultades logísticas. Importadas casi exclusivamente de Ecuador, las bananas representan entre 1,3 y 1,5 millones de toneladas al año, y sus precios han pasado de unos 97 rublos/kg antes de la guerra a más de 150 rublos/kg en la actualidad.
Para limitar esta dependencia y contener la subida de los precios, las autoridades rusas han emprendido una estrategia de producción interior, exclusivamente en invernadero y en el sur del país. A pesar de las dudas del sector sobre la rentabilidad de este modelo, dados los elevados costes de inversión, calefacción e iluminación, hay varios proyectos en marcha.
El Ministerio de Agricultura ruso ha anunciado los primeros invernaderos de bananas, sobre todo en las regiones de Stávropol y Krasnodar. En Sochi, una explotación privada prevé una cosecha experimental de 500 kg entre diciembre y marzo. Se espera que las primeras cosechas comerciales a gran escala comiencen en 2027.
El pasado mes de julio, la banana se incluyó oficialmente en la lista de productos agrícolas rusos, lo que abre la puerta a posibles subvenciones públicas.
Fuente: rfi.fr