La escarda térmica parece ser la solución más habitual para deshacerse de las malas hierbas. En la feria Eima, Officine Mingozzi expuso un par de máquinas, una de ellas nueva.
"El control de malas hierbas en los cultivos de cuarta gama es cada vez más problemático, ya que el suelo se desestructura. Antes, esto se solucionaba con estiércol, que restauraba la composición química y la estructura, pero el estiércol puede ser portador de Escherichia coli y los minoristas piden que no se utilice. La escarda térmica, por tanto, es la única alternativa viable", explica el propietario Marco Mingozzi.
Las máquinas están equipadas con quemadores de gas propano y componentes que trabajan el suelo superficialmente. "Acabamos de presentar nuestra PTKCK. Es más corta y tiene una enterradora de piedras que trabaja a una profundidad de tan solo diez centímetros. Delante tiene una carcasa regulable que se puede ajustar a las diferentes condiciones. La máquina es adecuada para suelos arcillosos con presencia de piedras".
La temperatura de la llama es de 1.700 °C, que se convierten en 650 °C en el suelo. La máquina ha sido desarrollada en colaboración con el CREA. La escarda térmica se puede emplear tras la cosecha para eliminar residuos y también para reducir el riesgo de hongos y de presencia de insectos.
Además, también se puede utilizar para esterilizar el suelo. En este caso, la escarda térmica se emplea con máquinas para trabajar el suelo (grada giratoria o enterradora de piedras) antes de la siembra. No es necesario utilizar tractores de alta potencia, con 30-50 caballos hay suficiente para las máquinas más pequeñas.
"La escarda térmica es un método ecológico para desinfestar y desinfectar. Muchas compañías de IV gama la han probado y ya no han vuelto atrás".
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