Vista cenital de la cosechadora de espárragos, que puede cosechar hasta tres filas al mismo tiempo.
Tranquilidad
"Durante la temporada, necesitamos 300 trabajadores temporales, y cada año es más difícil encontrar mano de obra adecuada. Además, los costes de explotación aumentan todos los años debido a las normativas gubernamentales, que cada vez son más estrictas. Por ejemplo, tenemos que organizar nosotros el transporte y el alojamiento de estos trabajadores, y hemos tenido que contratar a tres personas para que hagan todo ese trabajo administrativo", explica Martens. Sin embargo, la cosechadora automática le ofrece una solución: "Representa la tranquilidad, la estabilidad y la seguridad en el futuro, y también nos asegura que Países Bajos continúe cultivando espárragos y no se vea desplazado por otros países con menores salarios", afirma Martens.
Ron Martens y su hijo Stijn, en una entrevista con los medios.
El secreto
Países Bajos es capaz de proporcionar espárragos de la mejor calidad todos los días, lo que, alrededor del año 2000, dio lugar a la idea de una cosechadora de espárragos. Desde entonces, se han diseñado y construido otras máquinas, pero todas tenían el mismo problema: cómo encontrar los espárragos que hay que cosechar. El agricultor Marc Vermeer decidió que era necesario detectarlos bajo tierra, antes de que emergieran a la superficie. Su hermano e inventor, Ad Vermeer, descubrió el secreto y patentó su método.
Ad Vermeer explica que el brazo robótico se mueve con el tractor.
Funciones
Para hacerlo, se utilizan unos filamentos ultrafinos que sondean con sumo cuidado el suelo sin tocar los espárragos para no dañarlos. Por este motivo, los filamentos tienen sensores que detectan el agua, de la que se componen principalmente los espárragos. En cuanto encuentran un tallo, los filamentos se retraen en cuestión de milisegundos y envían las coordenadas del espárrago al robot recolector, compuesto por un brazo robótico con una funda para proteger los tallos y un mecanismo que corta y recolecta el espárrago por la parte inferior. La máquina no tiene por qué estar quieta durante la cosecha, ya que el brazo se mueve en la misma dirección y a la misma velocidad que el tractor, y, después de recolectar el espárrago, un módulo repara el suelo para que siga teniendo la densidad adecuada y que las nuevas plantas no crezcan torcidas.
El secreto: Primero, un módulo con filamentos ultrafinos sondea el suelo y encuentra los espárragos; detrás de él, se encuentran el brazo robótico y el contenedor para recolectar los espárragos.
Como la mayoría de máquinas sofisticadas, la cosechadora tiene muchas otras funciones, como manipular los plásticos, o recolectar y deshacerse de las plantas. Un grupo de productores innovadores de Países Bajos y Alemania, formado por Vermeer Asperges, Martens Asperges, Teboza, Maas B.V. Kessel, De Wit Asperges, Kreienbaum, De Wit Asperges, Contractor Maas, Winkelmann y Thiermann, asesoró a Cerescon acerca de todos los requisitos que la máquina tenía que cumplir, y, por eso, serán los primeros clientes cuando la máquina salga a la venta.
El brazo recolector agarra un tallo de espárrago.
La cosecha es de poca calidad y está torcida, lo que significa que el robot recolector no pudo cortarla correctamente.
Máquina
La primera máquina saldrá a la venta antes del inicio de la cosecha de 2018, y posee una capacidad de 40 hectáreas en las que puede cosechar tres filas al mismo tiempo, por lo que podrá reemplazar a entre 60 y 75 recolectores humanos. La cosechadora de Cerescon cumple todos los requisitos y se espera que, con ella, se produzcan espárragos de mejor calidad, con menos daños y mejor coloración, además de mejorar el rendimiento de los agricultores. La máquina costará entre 500.000 y 600.000 euros, pero, si se usa correctamente, la inversión se puede compensar en poco más de tres temporadas.
Durante los próximos años, se investigará la versión beta de la cosechadora selectiva de espárragos.
Investigación
Esta temporada, Cerescon iniciará un proyecto de investigación de tres años en colaboración con la Universidad y Centro de Investigación de Wageningen, para determinar el rendimiento de la cosechadora automática en cuanto a calidad y cantidad en comparación con la cosecha manual. En Limburgo, se han creado tres campos experimentales con las plantaciones de Martens, Teboza y la empresa LimGroup. Más tarde, se examinará el rebrote de la cosecha para determinar cómo puede influir este método de recolección en la producción del año siguiente, lo que será un indicador del rendimiento de la máquina. "Es una combinación interesante de agricultura y tecnología de vanguardia", comenta Chris de Visser, desarrollador empresarial de la Universidad de Wageningen.
La cosechadora de espárragos, vista desde atrás. El accesorio plano está corrigiendo la densidad del suelo.
Demostración
En la presentación mediática, no se pudo demostrar la versión beta de la cosechadora, ya que había recolectado un espárrago torcido. "Aún tenemos que resolver algunos fallos, pero calculo que no tardaremos mucho en perfeccionar las cuatro funciones", se disculpa el inversor privado Cees Welten. "La parte más arriesgada ya está terminada, y el producto ha demostrado ser sólido a nivel técnico. Ahora, Cerescon puede convertirlo en un negocio completo", concluye. Cerescon cuenta con financiación privada por parte de Innovatiekrediet, Metropool Eindhoven, un subsidio del MIT y el programa de empresas emergentes de StartLife.
Cees Welten, Thérèse van Vinken y Ad Vermeer.
Cerescon
Thérèse van Vinken
De Geestakkers 5
5591 RC Heeze, Países Bajos
Correo e.: info@cerescon.com
www.cerescon.com
Martens Asperges B.V.
Ron Martens
Mackayweg 2
5865 AL Tienray, Países Bajos
Tel.: +31 (0)478-692822
Correo e.: info@martensasperges.nl
www.martensasperges.nl