La directora de comercialización de la Asociación Australiana de la Industria del Mango, Treena Welch, afirma que se han superado las expectativas de los consumidores gracias a la capacidad de los productores de adoptar las innovaciones para mejorar la experiencia de consumo.
Welch añade que lo que de verdad ha marcado la diferencia ha sido la nueva tecnología de espectroscopia del infrarrojo cercano, con la que los productores pueden identificar la ventana de cosecha óptima con mucha precisión, independientemente de la ubicación ni de la variedad.
"Mediante esta tecnología, se obtiene instantáneamente una lectura de infrarrojo cercano sobre el contenido de materia seca de la fruta, con solo apuntar hacia ella", aclara Welch.
"Eso significa que, como industria, podemos recolectar frutas de todas las variedades y en todas las regiones en el momento óptimo de maduración para ofrecer la experiencia exquisita que hace que los australianos vuelvan a comprar más mangos".
Otros ejemplos de prácticas agrícolas adaptadas o cambiadas son la mejor nutrición de los árboles y la recolección de frutas durante la noche, combinadas con las mejores tecnologías e investigaciones, según concluye Welch.