La Unión Europea ha extendido las sanciones contra Rusia seis meses. Estas se pusieron en marcha en 2014 como respuesta a la adhesión de Crimea a Rusia. Más tarde, las sanciones se vincularon a la realización de los acuerdos de Minsk, cuyo objetivo era un alto al fuego en el este de Ucrania. De momento, el país sigue agitado.
A diferencia de las prolongaciones anteriores, a esta última se le prestó poca atención durante el período inicial. En años anteriores cuando se tomó la decisión, hubo algunas protestas de los estados miembros, el gobierno nacional o la administración. Donald Tusk, presidente de la Comisión Europea, lo resumió en un Tweet: "La UE prolonga la transferencia de sanciones económicas a Rusia".
Esta decisión no tiene consecuencias a corto plazo en el boicot a las frutas y hortalizas europeas que Rusia impuso como respuesta a las sanciones. Cuando las sanciones se prolongaron por última vez, Rusia anunció que mantendría el boicot hasta finales de 2018. En el Parlamento Europeo, el mes pasado hubo parlamentarios que estuvieron de acuerdo con que la UE debería hacer más para enfrentar las consecuencias del boicot. El comisario europeo Hogan respondió que había suficientes medidas para limitar el daño del boicot.