Después de visitar grandes plantaciones en Australia, donde la utilización del sulfato de cobre es una característica clave del control de calidad de la fruta, Ross Mutton, productor de aguacate de Far North, está convencido de que éste ayuda a garantizar que los aguacates se encuentren en las mejores condiciones. La pulverización de sulfato de cobre y la eliminación de madera y material vegetal muerto de los árboles son procedimientos esenciales en las plantaciones de aguacate.
Mutton produce aproximadamente 30.000 bandejas de aguacates anualmente de 16 hectáreas cubiertas de árboles, 10 hectáreas en Paparore, a unos 15 km al norte de Kaitaia, y 9,78 hectáreas en Houhora. Es miembro del Comité de Avoco y formó parte de un grupo de productores que viajaron a Australia Occidental y Queensland el año pasado para aprender sobre los métodos utilizados en tres plantaciones familiares, en las que cada una producen más de un millón de bandejas de aguacates la mayoría de los años.
La fumigación con sulfato de cobre se considera la forma más efectiva de prevenir la pudrición fúngica, que comienza en la plantación a través de la infección de la fruta, pero por lo general no surge hasta después de la cosecha.
El clima húmedo de Nueva Zelanda y la distancia que recorre la fruta para llegar al mercado obliga a los productores de aguacate kiwi a pulverizar sulfato de cobre para preservar la calidad de la fruta. Mutton dijo que no pueden darse el lujo de evitar las fumigaciones, cuyos costes rondan los $800 por hectárea.
"Los productores más pequeños en Nueva Zelanda pueden tener una factura de hasta $4.000, pero los productores australianos gastan mucho más porque están mucho más cerca de los problemas cuando surgen. En realidad, tenemos aún más razones para aplicar la solución que los australianos porque nuestra fruta tiene más tiempo de tránsito, lo que la pone en mayor riesgo de enfermedades de postcosecha".
Se espera que Avoco exporte alrededor de 1,3 millones de bandejas de aguacates esta temporada.