Mientras tanto, según La Prensa de Nicaragua, los dirigentes de las organizaciones de transportistas siguen pidiendo una “tregua” que permita a unos 6.000 camioneros atrapados en Nicaragua abandonar dicho territorio para entregar la carga que transportan y regresar a sus países de origen.
“Esta suspensión fue una petición que hizo la Cámara Nacional de Transporte y Carga de Panamá (Canatraca) mientras se resuelve el problema de tránsito por el territorio nicaragüense y la Autoridad de Aduanas (de Panamá) ya lo autorizó. Desde el viernes los viajes con destino a Centroamérica están suspendidos”, señaló René Paredes, presidente de Canatraca.
Nicaragua es un país intermedio que permite el acceso a Guatemala, El Salvador y Honduras. “Si los camiones siguen saliendo con destino a esos países y no pueden ingresar, se va colapsando el sistema a tal punto que se hacen largas filas con mercadería que bien puede quedarse en recintos fiscales con mayor seguridad y protección”, comentó Paredes.
Paredes explicó a La Prensa que aún no hay una cifra exacta de las pérdidas que esta paralización está provocando a las empresas de transporte de la región. “No podemos dar un estimado, pero los últimos cálculos estaban ya por encima de los US$100 millones hasta el viernes de la semana pasada”, dijo Paredes.
Tras 10 días de movilizaciones la carga perecedera ya resulta dañada y ha habido gastos adicionales por permanecer en territorio nicaragüense.