¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Situación peliaguda para los cosechadores de fruta

Cosecha de 'finger limes' australiana

El sabor de las finger limes o limas dedo son la nueva tendencia, dejando una sensación a caviar de sabor cítrico en la boca. Pero el capricho supone un alto precio, y cierto sacrificio por parte de los cosechadores descuidados.

El productor de Queensland, Bob Schultz, y su personal usan gruesos guantes en ambas manos y una larga y acolchada manga que llega casi a la axila. "No hay que acercarse demasiado, de lo contrario te puedes clavar las espinas", advirtió Schultz a un grupo de nuevos trabajadores mientras los entrenaba para buscar la fruta dentro de los arbustos en Wamuran.


Las largas espinas afiladas protegen las limas dedo de los depredadores 

Schultz dijo que el riesgo más grande era darse en la cara con las ramas después de meterse entre el follaje. "Si te pones la ropa necesaria, vas bien protegido", explicó Schultz, admitiendo que había encontrado sangre muchas veces en el trabajo. "Para una persona de mi edad es fácil cortarse".

Hay una ventaja para los cosechadores: no es un trabajo muy pesado, pues no tienen que agacharse porque cosechan de pie la mayor parte del tiempo.

Hay 1.200 árboles de limas dedo plantadas en la finca de Schultz en Wamuran, con planes de ampliar la producción el triple. "Nos ha llevado casi cuatro años llegar hasta aquí, y nuestros primeros 500 árboles apenas están comenzando a dar fruto", expresó Schultz a abc.net.au.

Fecha de publicación: