"El otro día", comenta Henry Hopkins, gerente de producción de nueces macadamia en el Grupo MTO, "recibí un mensaje del agricultor de enfrente que decía: 'Lo que has hecho en tus huertos pinta bastante bien'. Es algo agradable de escuchar. Porque para mí, por la formación que recibí, está todo desordenado. Estábamos acostumbrados a que debajo de los árboles todo estuviese cortado y limpio. Ahora se hace un cultivo 'sucio' porque no hay otra opción: tenemos que empezar a regenerar".
El Grupo MTO, que es principalmente una empresa forestal, adquirió árboles de macadamia en varias fincas del distrito de White River a partir de 2017. Después de descascarar (las cáscaras producen un rico compost, señala Hopkins) y secar, las nueces se entregan a Golden Macadamias, una empresa comercializadora propiedad al cien por cien de los productores, de la cual son accionistas.
Huertos y plantaciones de macadamia de MTO con el telón de fondo de la presa de Klipkoppies, Nelspruit.
En el momento de la adquisición original, MTO solo tenía 42 hectáreas de huertos de macadamia. Desde entonces ha crecido con la plantación de otras 316 hectáreas, que el año pasado superaron las expectativas con una cosecha de más de 200 toneladas.
Cuando Hopkins se unió a MTO, habiendo trabajado para un productor de bananas y un productor de cítricos, así como para la semillera Hygrotech, los suelos de los huertos de macadamia estaban desnudos ('limpios') y agrietados, a pesar de encontrarse las fincas en el cinturón verde de White River.
Ahora no trabajan así. "Tienes que darte cuenta de que en realidad no cultivas los árboles, sino el suelo. Y si podemos arreglar el suelo y este está sano, mi árbol estará sano y obtendré una buena cosecha".
Con ese fin, las hierbas cubren los espacios abiertos en los huertos y cada árbol está rodeado de un mantillo que vale su peso en oro: algunos de los árboles solo se regaron al plantar hace tres años.
Henry Hopkins con achicoria, que forma parte de la mezcla que sirve de alimento para las abejas.
El pasto rodesio, una hierba comúnmente utilizada para colonizar el suelo erosionado, y la hierba de búfalo son nutritivas para herbívoros como los ciervos salvajes que frecuentan los huertos en el Lowveld. Existe una política de no disparar a los animales salvajes en tierras de MTO. Cuando las gramíneas de sorgo y babala tienen semillas, los huertos se convierten en un "caos" al descender a ellos los pájaros para alimentarse de ellas.
"Donde aplicaríamos glifosato cuatro o cinco veces al año para eliminar las malas hierbas, si ahora rociamos dos veces al año ya es mucho", dice. "En las zonas que estaban compactadas y agrietadas, reducimos la siega y no hice más que esperar a que la semilla se dispersara y cubriera el suelo, y hoy esas zonas están casi completamente cubiertas".
Y mientras arrancan eucaliptos y restablecen el campo entre los jóvenes plantones de macadamia, reaparecen arroyos perennes olvidados, que desembocan en la presa Klipkoppies, la favorita de los pescadores. Hopkins menciona que recientemente también reaparecieron las gallinas de Guinea.
Derecha: un posadero para rapaces erigido en un huerto de nueces de macadamia.
La semilla de acacia negra puede permanecer en el suelo durante setenta años, y aunque MTO no ha tenido acacia negra en estas laderas en años recientes, si se dejan sin tratar o sin plantar, las acacias, y también las malas hierbas, asfixian rápidamente a los árboles jóvenes, especialmente dada la alta precipitación de la zona, que ronda los 1.200 mm anuales.
El plan podría incluir un rebaño de ganado en el futuro; se puede generar una gran cantidad de pasto entre los varios cientos de hectáreas de jóvenes árboles de macadamia.
Forraje para abejas durante todo el año
Pero la razón principal por la que querían introducir la biodiversidad en los huertos era la de alimentar a las abejas durante todo el año, que podrían residir allí permanentemente. "En nuestra opinión, no se puede evitar que las abejas se estresen al trasladarlas. Actualmente tenemos alrededor de 200 colmenas permanentes en las fincas. Las abejas tienen que poder vivir aquí todo el año".
La achicoria (Cichorium intybus) es muy útil para este propósito, al igual que el Plantago, otra hierba comúnmente desestimada como maleza pero muy apreciada por las abejas. Las hierbas bajas que ofrecen forraje para abejas se complementan con árboles indígenas locales como Schotia (árbol loro) y Syzygium cordatum (bayas de agua).
Las aves se acercan a la diversidad ofrecida por los huertos abiertos.
El Dr. Schalk Schoeman, entomólogo que trabaja para el sector de la macadamia, se emociona mucho con el cambio de marea que está presenciando entre los agricultores de frutas y frutos secos del Lowveld. Ha organizado la reintroducción en las fincas de MTO de una aloe al borde de la extinción, la aloe de Sim (Aloe simii); tan en peligro que se retrasó varios años la construcción de una carretera a la espera del resultado de un ensayo de propagación del aloe.
"Intentamos regenerar tanto como sea posible", observa Hopkins. "Cuando oigo a todos los insectos y pájaros cantando en nuestros huertos y veo cómo están creciendo nuestros árboles en condiciones de secano, creo que todo lo que estamos haciendo funciona realmente".
Para más información:
Henry Hopkins
Grupo MTO
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