Se espera que la superficie cultivada aumente significativamente para la temporada 2024/2025, ya que las empresas de semillas ya han informado de un notable crecimiento en las ventas, especialmente en las zonas más tempranas, en el sur de España, de acuerdo con la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha, Procecam.
“La superficie ya creció un 16% para la temporada 2023/2024 y vuelve a crecer este año en el que se espera recuperar la caída del 30% de hace dos temporadas", avanza Luis Fernando Rubio, director de Procecam. "Esto se debe a los resultados excepcionalmente buenos en términos comerciales de estas dos últimas campañas, que también están atrayendo a más productores no especializados ante el atractivo de los precios. El crecimiento de la superficie se dará en todas las zonas productoras, pero será más considerable en Andalucía y Murcia. No obstante, hay que tener en cuenta que la demanda de cebolla es muy inelástica, y si aumenta mucho la oferta, los precios dejarán de ser tan rentables”, avisa.
La campaña de cebolla avanza con lentitud por lo que respecta a las exportación, que representa en torno a un 30% del total producido en España. “Nos encontramos ante un periodo de operaciones lentas, algo que se ha agravado con los bloqueos de carreteras en Francia y Bélgica”, cuenta Luis Fernando Rubio.
Las existencias de cebolla española almacenada son más bajas de lo que el sector estimaba inicialmente, lo cual ha provocado que en los últimos 3 meses las exportaciones hayan disminuido casi un 6%.
“Los stocks son más bajos de lo esperado debido a la caída de los rendimientos por el exceso de calor durante la etapa de formación y de cosecha de la campaña, por lo que hay incertidumbre en el sector sobre cuánta disponibilidad de ajo habrá y si será suficiente antes de que comience la nueva cosecha para la campaña 2024/2025, ya que las importaciones del hemisferio sur –principalmente Nueva Zelanda y Australia– seguramente llegarán con retrasos de entre 15 y 20 días debido al conflicto con los hutíes en el mar Rojo. Los desvíos de los barcos por el sur de África no solo retrasarán las llegadas, sino que encarecerán el producto sustancialmente”, explica Luis Fernando Rubio.
“Al menos, la menor demanda actual permite dosificar bien la oferta disponible”, añade. “Los precios, aunque son desorbitados como los de la campaña pasada, siguen siendo altos para este período de campaña, ubicándose en alrededor de 68-70 céntimos por kilo para los sacos de 25 kg”.
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Luis Fernando Rubio
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