Las campañas de subtropicales continúan en marzo en la Costa Tropical de Granada. "Todavía seguimos trabajando con dos de las variedades de aguacate que se cultivan en la zona, Pinkerton y Hass, y pequeñas cantidades de lo que se conoce como aguacate cóctel", explica Borja Piedra, de la plataforma online de venta de subtropicales Huerta Tropical.
"Motril y Salobreña, de por sí, son zonas privilegiadas dentro de la zona de cultivo de tropicales en Andalucía porque tenemos agua de las canalizaciones existentes y de los deshielos de Sierra Nevada; pero el calor en la fase de la floración nos afectó igual que al resto de los productores de La Axarquía y de la Costa Tropical. La floración de la primavera de 2023 fue muy abundante, pero las temperaturas elevadas provocaron la caída de muchas flores –en muchos casos en torno a un 50-60%– y que no hubiera un buen cuajado".
Y eso, en un contexto de una demanda cada vez más creciente de aguacate español, prosigue Borja, "porque tanto en España como en Europa se reconoce la calidad del aguacate español. Sin embargo, la falta de fruta y la alta demanda, sobre todo de las comercializadoras, que han necesitado seguir atendiendo sus compromisos comerciales, han provocado una espiral ascendente en los precios esta campaña". Cabe señalar que pese a que la producción ha estado bajo presión, las exportaciones andaluzas de aguacate se han incrementado un 19% en volumen y un 24% en valor con respecto a la campaña anterior en los cuatro primeros meses de campaña, según datos aportados por la Junta de Andalucía. "La pregunta es si las empresas más pequeñas que solo trabajan con el aguacate español, y el consumidor nacional, pueden soportar esos niveles de precios", señala.
Andalucía vivió en 2023 la primavera más cálida desde 1961
Es necesario recordar que 2023 ha sido un año de temperaturas y falta de precipitaciones límite en Andalucía. La primavera ha tenido un carácter extremadamente cálido siendo, con 2,2 grados por encima del promedio, la más cálida desde 1961; y el aguacate no ha sido el único subtropical para el cual ese calor ha sido un factor determinante en los resultados de producción. "El mango también se vio afectado. Hay que saber que aquí se suele retirar la primera floración del mango, que tiene lugar en el mes de marzo, para evitar que el frío pueda dañarla; de manera que los árboles tienen una segunda floración en abril/mayo, que es la que produce la cosecha en verano. Pero el año pasado en esos meses tuvimos temperaturas anormales por encima de los 30 °C, que afectaron a esa segunda floración. Conocemos, de hecho, agricultores que por este motivo perdieron el 90% de la cosecha", recuerda Borja.
Y es que en abril, con 3,9 grados por encima del promedio, se batió en Andalucía el récord en los registros históricos de la Aemet de los últimos 63 años para ese mes; aunque no fue el único. Preocupantemente, también agosto de 2023, con 2 grados sobre el promedio, y hasta enero de 2024, con 3,0 grados más que el promedio, se han convertido en los más cálidos desde 1961.
Eso tuvo consecuencias también en la chirimoya. "Por lo general la cosecha siempre ha empezado a finales de septiembre/principios de octubre, pero este año ya había fruta en agosto, y de gran calibre, porque el calor aceleró la maduración", explica. "La producción no solo vino adelantada, sino que se acumuló y toda la fruta que deberíamos haber tenido en tres meses y medio, hasta diciembre, se concentró en solo dos meses: septiembre y octubre. Eso ha hecho que esta campaña haya sido la primera en mucho tiempo en la que el precio de la chirimoya ha bajado para el agricultor".
"Debería haber una mayor diversificación en los cultivos subtropicales"
"Aunque el clima va por ciclos, hay una clara tendencia ascendente de las temperaturas y por eso debería haber una mayor diversificación varietal en los cultivos subtropicales para poder hacerles frente, con variedades que florezcan y se cosechen en meses diferentes de manera que los agricultores puedan diversificar el riesgo y salvar sus campañas si hay un periodo en el que una de las variedades se ve afectada", comenta Borja.
También, además de los subtropicales más populares, otras frutas de implantación más reciente como la pitahaya o la fruta de la pasión están demostrando una mayor resistencia a las condiciones extremas del año pasado. "Para la pitahaya en concreto ha sido un buen año. Es una fruta que aguanta climas más extremos; puede soportar temperaturas altas y, sobre todo, no requiere el riego que necesitan otros subtropicales. La planta, además, es muy productiva y no es atacada por muchas enfermedades; la curva de precios en origen está bajando poco a poco a medida que aumenta la producción en España, pero sigue siendo un producto rentable".
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