En la década de 1940, Australia importaba todo su jengibre desde China, pero el suministro se detuvo durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que un grupo de agricultores en Buderim, Queensland, decidió empezar a cultivarlo. Estos cuatro agricultores formaron la Cooperativa de Agricultores de Jengibre de Buderim, que se hizo famosa en todo el mundo por su jengibre confitado.
Uno de esos agricultores fue Allen Templeton y ahora, setenta años y tres generaciones después, Templeton Ginger es el mayor productor de jengibre de Australia.
"Nuestra producción varía de año en año dependiendo de las necesidades del mercado y las condiciones estacionales. Plantamos alrededor de 60 hectáreas de jengibre cada año, lo que produce 3.000-3.500 toneladas anuales", explica Kylie Templeton, directora comercial de Templeton Ginger.
La empresa vende alrededor de dos tercios de su producción al mercado fresco y el otro tercio se destina a transformación.
"Todo el jengibre para el mercado fresco se envasa in situ, y también procesamos algo para nuestros clientes de la transformación dependiendo de sus requisitos. Vimos un verdadero aumento en la demanda durante la COVID porque todo el mundo se volvió más consciente de los beneficios del jengibre para la salud, pero parece que se ha estabilizado ahora".
Templeton vende jengibre fresco en los mercados mayoristas y directamente a los clientes de la transformación.
Según Kylie, uno de los mayores retos del cultivo de jengibre es la gestión de enfermedades y la incursión de plagas, por lo que la empresa ha implantado estrictos protocolos de bioseguridad. En 2010, algunos productores australianos informaron de pérdidas de un tercio de la producción anual, al propagarse Pythium myriotylum a un ritmo de 10 metros cuadrados por día. Se tardaron siete años en obtener los conocimientos y la información necesarios para abordar el problema, y todo el que no aplicó medidas de bioseguridad ya no está en el negocio del jengibre.
La mayor parte del jengibre de Australia se cultiva en Queensland y se produce una cantidad muy pequeña en Nueva Gales del Sur. En el año que terminó en junio de 2021, Australia produjo 5.184 toneladas de jengibre. El volumen de suministro fresco fue de 2.745 toneladas (53.%) con un valor mayorista de 61,6 millones de dólares. En general, el valor bruto de producción del sector del jengibre ha aumentado a ritmo constante durante los últimos siete ejercicios fiscales. Después de que el valor alcanzara cotas máximas durante la pandemia de COVID-19, en el ejercicio 2020-21 el valor bruto de producción fue de 54,7 millones de dólares, un aumento de más de 3 millones de dólares con respecto al ejercicio anterior.
Australia es un importador neto de jengibre para procesamiento, con importaciones que provienen predominantemente de países con costes de insumos más bajos, incluidos China, Vietnam, India, Tailandia y Fiji. La cadena de suministro de jengibre fresco en Australia ha sido atendida históricamente por productores australianos. Las importaciones de jengibre en salmuera se suelen destinar par transformación y nunca han entrado en la cadena de suministro de producto fresco. En la última década, ha habido cambios normativos en las importaciones de jengibre fresco, lo que ha permitido el suministro y venta de jengibre de Fiji en Australia. Esto significa que el suministro de jengibre australiano ahora está compitiendo con el jengibre de bajo coste de Fiji, cambiando así el enfoque de la industria hacia el aumento del rendimiento y la diferenciación del producto australiano en el mercado tanto nacional como internacionalmente. El jengibre australiano tiene solo unos pocos mercados claves de exportación, con Nueva Zelanda a la cabeza al representar el 90% de las exportaciones de jengibre fresco en el año que terminó en junio de 2021. Le siguieron Singapur con un 7%, y Kiribati, Papúa Nueva Guinea y Hong Kong con un 1% cada uno.
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Jason Keating
Templeton Ginger
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