El holandés Nico Schaft, que desde hace años tiene un puesto de venta en el mercado mayorista de París, tiene una larga historia con las calabazas sudafricanas. En 1998, él mismo llevó semillas de calabaza desde Francia a Sudáfrica, y ahora, 25 años más tarde, los volúmenes importados en Europa son sustanciales. La semana pasada, las primeras calabazas sudafricanas llegaron a las instalaciones de Cool Control en el puerto de Róterdam. "En los últimos dos años, debido a las altas tarifas de flete marítimo, hemos importado volúmenes sustancialmente menores de calabazas sudafricanas. Ahora que las tarifas se han normalizado, espero vender una buena cantidad", cuenta Nico.
888 Fruit Company, con sede en el mercado mayorista de Rungis, tiene disponibles las calabazas sudafricanas hasta finales de junio, desde calabazas Hokkaido hasta calabazas cacahuete y Muscat. "A pesar del frío, la demanda es buena", dice Nico. "Los precios de las calabazas Muscat están alrededor de 1,20 €/kg, que es un valor muy bueno. Las calabazas cacahuete están algo más presionadas por la oferta portuguesa y brasileña, pero el mercado está listo para el producto de la nueva cosecha".
888 Fruit Company vende las calabazas sudafricanas a una amplia gama de clientes, desde mayoristas hasta supermercados. "A lo largo de los años, hemos visto aumentar la popularidad de las calabazas. Muchos supermercados las cortan por la mitad y las venden envasadas".
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Nico Schaft
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Rungis (Francia)
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