"Cada vez más consumidores están descubriendo los sabores versátiles y la demanda de los productos locales también está al alza. Por eso, cada vez se producen más cultivos exóticos y tienen éxito, incluso si se trata de un producto de nicho. Un buen ejemplo es el pimiento habanero", explica Arjen Bouma, de Gilad Produce (Países Bajos). La compañía recibe esta semana la primera cosecha de pimientos habaneros rojos de uno de sus productores. "El cultivo tiene buen aspecto, así que tenemos buenas expectativas".
"Con 350.000 puntos en la escala Scoville, este pimiento habanero pertenece a la cúspide de los pimientos más picantes, lo que significa que no se come entero como un jalapeño. Sin embargo, para quien quiera variedad en sus platos, es un producto interesante. "También ofrece buenas oportunidades comerciales. Hablamos de volúmenes pequeños, pero las oportunidades existen", continúa Bouma.
Además del habanero rojo, amarillo y naranja, también están los pimientos jalapeño, de Padrón, Naga Jolokia, Scorpion Trinidad y Carolina Reaper. Gilad también tiene pimienta de Cayena verde, amarilla y naranja. "Los pimientos holandeses se cultivan todo el año bajo iluminación y el KCB permite a los productores exportar a EE. UU. y Japón. La calidad cruza las fronteras", concluye Bouma.
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Arjen Bouma
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