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Un champiñón modificado genéticamente escapa de la regulación de EE. UU.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) no regulará un champiñón modificado genéticamente con la herramienta de edición de genes CRISPR–Cas9.

Esta esperada decisión significa que este champiñón puede cultivarse y venderse sin pasar por el proceso regulador de la agencia, lo que lo convierte en el primer organismo modificado por CRISPR que recibe luz verde por parte del Gobierno de EE. UU.

"La comunidad investigadora se alegrará mucho de esta noticia", declara Caixia Gao, bióloga especializada en plantas del Instituto de Genética y Biología del Desarrollo de la Academia China de Ciencia de Pekín, quien no participa en el desarrollo del champiñón. "Estoy segura de que veremos más cultivos editados genéticamente al margen de las autoridades reguladoras".

Yinong Yang, fitopatólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania en el campus de University Park, ha modificado el champiñón común (Agaricus bisporus) para que resista el oscurecimiento. Este efecto se consigue mediante la localización de la familia de genes que codifica la polifenol oxidasa (PPO), una enzima que causa el oscurecimiento. Al eliminar apenas un puñado de pares de bases del genoma del champiñón, Yang ha desactivado uno de los seis genes de la PPO, lo que reduce la actividad de la encima un 30%.

El champiñón es uno de los más de 30 organismos modificados genéticamente (OMG) que han eludido el sistema regulador del USDA en los últimos cinco años.

Varias de las plantas que han eludido al USDA se han obtenido mediante técnicas de edición de genes como los sistemas de nucleasas de dedos de zinc (ZFN) y de nucleasas de tipo activadores de transcripción (TALEN). Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro si el USDA daría el mismo permiso a los organismos modificados con la herramienta más moderna, CRISPR–Cas9.

Yang presentó por primera vez el cultivo a un pequeño grupo de reguladores del USDA en octubre de 2015, después de que un funcionario del APHIS le animara a hacerlo.

La respuesta del USDA llegó la semana pasada. "APHIS no considera como regulados los champiñones comunes editados con CRISPR/Cas9 como los describe en su carta del 30 de octubre de 2015", comunicaba la agencia en su carta del 13 de abril.

El champiñón de Yang no ha activado el control del USDA porque no contiene ADN externo de "plagas vegetales" como virus o bacterias. Estos organismos eran necesarios para modificar genéticamente plantas en los años 80 y 90, cuando el Gobierno de EE. UU. desarrolló su marco de regulación de los OMG. Sin embargo, las técnicas de edición de genes más recientes que no involucran plagas vegetales están sustituyendo rápidamente a las herramientas antiguas.

Mientras tanto, Yang está meditando sobre si iniciar una compañía para comercializar su champiñón modificado.
"Tengo que hablar con mi decano sobre eso. Tendremos que ver qué quiere hacer la universidad a continuación", comenta sobre la previsión de llevar su champiñón al mercado. Sin embargo, señala que, el otoño pasado, la Universidad Estatal de Pensilvania presentó una patente del organismo.

Fuente: www.scientificamerican.com
Fecha de publicación: