¿Los aguacates se pueden congelar?

Seguro que más de una vez te has encontrado aguacates pasados, o media bolsa olvidada de espinacas baby, o un triste trozo de jengibre en la parte posterior de la nevera, destinados a ir a la basura. Buenas noticias: puedes meterlos todos al congelador, al igual que otros alimentos que jamás hubieses imaginado.

Lava y corta las setas frescas y firmes (las variedades más firmes se congelan mejor que las variedades delicadas), corta las más grandes en mitades o cuartos. Hiérvelas en agua durante 1-3 minutos (el tiempo depende de la variedad) y escúrrelas bien. Extiéndelas en una bandeja y mételas al congelador; después, en cuanto se congelen (puede tardar entre 40 y 60 minutos), colócalas en una bolsa para congelador, elimina el aire, séllala y congélala.

Sí, se puede congelar aguacate. ¡Buenas noticias para todos los que han sufrido la escasez de aguacate este verano en Australia! Congela el aguacate, y cuando necesites hacer un mousse de chocolate (sí, el ingrediente secreto de este postre sin lácteos es el aguacate), un guacamole o un batido, no tendrás que ir hasta el supermercado.

Claire Tindale-Penning, de Australian Avocados, recomienda echar zumo de limón a los aguacates para que se mantengan en condiciones óptimas. "Si te sobra un poco de aguacate -o estás preparando aguacate para futuros batidos- corta el aguacate maduro por la mitad, quítale el hueso y pélalo. Puedes cortar el aguacate en dados o dejarlo en mitades o cuartos, dependiendo de cómo te guste la porción", explica. "Rocía un poco de zumo de limón o lima y coloca los trozos en una bolsa para congelador con cierre hermético, quitando la mayor parte del aire. El aguacate congelado se puede usar directamente del congelador para preparar batidos".

Otra alternativa es machacar el aguacate y agregarle zumo de limón al puré (aproximadamente dos cucharaditas por aguacate) antes de congelarlo en bolsas o recipientes herméticos.

La estrella de Food Network, Rachael Ray, guarda el jengibre en el congelador para tenerlo siempre a mano. Como explica Ray mientras prepara su saludable ensalada de fideos soba en '30 Minute Meals' (mira el episodio a las 9 p.m. el lunes 14 de mayo en Food Network), no sólo evita que se seque, sino que se ralla más fácilmente cuando está congelado.

La leche entera se puede cortar un poco después de la congelación, aunque depende del tipo de leche: hemos congelado y descongelado con éxito botellas de leche entera y semidesnatada, y leche desnatada en botellas más pequeñas. El yogur también se puede congelar; aunque la textura puede ser diferente cuando se descongela, se puede agregar a un batido, curry o sopa. Congela el yogur en cubiteras, y después ponlo en una bolsa o recipiente, para poder utilizar porciones pequeñas según sea necesario. Las cubiteras también son una buena manera de congelar la leche de coco enlatada.

Los deliciosos brownies de dátiles llevan media taza de leche de coco; de esta forma se puede congelar el resto para la próxima vez.

Las espinacas baby se pueden mezclar con una pequeña cantidad de agua y después congelar en cubiteras, listas para ser agregadas a batidos o guisos, donde el contenido de agua será insignificante. Para las hortalizas más grandes como espinacas inglesas, silverbeet y col, hierve las hojas y después refréscalas, mételas en un recipiente con agua fría y congélalas. Las hojas pequeñas se pueden congelar enteras, mientras que las hojas grandes se pueden cortar antes de escaldar. Recuerda lavar las hortalizas antes de picarlas y congelarlas.

Las hierbas también se pueden congelar en aceite de oliva en cubiteras.

Un buen consejo es asegurarse de congelar sólo los ingredientes que estén en buenas condiciones.

Las hortalizas se pueden escaldar en el microondas antes de congelarlas, pero para congelar (y volver a congelar) todo tipo de frutas, hortalizas y otros alimentos es mejor hervirlas o cocerlas.