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Argentina: Cae un 40% la superficie dedicada al ajo blanco

En menos de un mes comenzará la cosecha del ajo blanco noble para exportación en la provincia argentina de San Juan, la cual concentra la mayor parte de la producción del país.

“Hay mucha sequía en San Juan y tenemos restricción de agua para riego en las fincas lo cual, sumado a la destrucción sistemática del negocio en los últimos años, hace que cada vez sembremos menos”, afirma Javier García, presidente de la Cámara de Productores, Empacadores, Exportadores de Ajos y Afines.

El cultivo de ajo vive un mal momento en Argentina. La sequía, la inflación y la competencia de terceros países como China han hecho que disminuyeran drásticamente en los últimos años las hectáreas de cultivo dedicadas a esta hortaliza.

En 2006, San Juan superaba las 3.000 hectáreas dedicadas a la producción de ajo; hoy, la realidad es completamente diferente.

“El año pasado contábamos con 1.000 hectáreas exportables y este año no sé si llegamos a 600 hectáreas sembradas con ajo blanco”, afirma Javier.

Si bien se espera una reducción de un 40% en el volumen exportado, los productores locales albergan aún esperanzas de que la temporada no sea completamente negativa.

“Hay mucho interés en el mercado estadounidense, ya que se vetó el ingreso de los ajos chinos, por lo que esperamos que aumenten los envíos hacia los Estados Unidos y suban un poco los precios”, comenta.

Evidentemente, el cultivo de ajo es una actividad en declive en Argentina y resulta difícil que esta situación se revierta en el corto o mediano plazo.

“Muchos en el sector quieren una ‘mega devaluación’, la cual de seguro beneficiará a los productores, pero será negativa para el resto de los argentinos. Hay muchas otras formas de mejorar nuestra competitividad sin afectar al bolsillo de nuestros compatriotas, y una de ellas seria que el Gobierno nacional eliminara la retención a las exportaciones de ajo”.