Las ventas de cebolla roja están muy calmadas. "Siempre es así en esta época del año, pero otros años hemos podido vender al menos algunas. Ahora mismo hay una calma increíble", asegura Carl van de Wiel, de la estación de clasificación y envasado Agro Centre Holland, especializada en cebollas rojas y chalotas.
"Los países vecinos de Países Bajos son cada vez más autosuficientes. El 25 por ciento de la superficie británica de cebollas está formada por cebollas rojas y las cosechas han sido entre aceptables y buenas en todas partes. El ritmo no subirá hasta noviembre y diciembre".
La superficie de cultivo holandesa se ha incrementado un 5 por ciento este año, pero el rendimiento ha sido mucho menor. "En el sur y en Flevolanda, el rendimiento ha sido significativamente menor. En el pólder, ha sido más o menos similar, y en el norte ha sido bastante bueno. En términos generales, se esperaría un mercado más fuerte que en años anteriores, pero no ha sido el caso en absoluto", añade Van de Wiel. "Por suerte, la calidad es muy buena y las cebollas se están procesando deprisa y sin problemas. Así, podemos hacernos un nombre en el mercado global. Sin duda, podremos deshacernos del volumen, pero, tal vez, no al precio máximo. Se prevé que podamos vender las cebollas buenas a un precio un poco más alto".
Van de Wiel tiene altas expectativas para las chalotas. "Tras años de malos precios, este año ha comenzado muy bien. La demanda es constante y esperamos que el mercado se mantenga a buen nivel. El producto tiene buen aspecto y satisfacer las necesidades. Prevemos poder lograr unos beneficios decentes con las chalotas esta temporada".