En el momento de transición de la patata de conservación a la patata nueva, las previsiones son óptimas. Esta semana empieza la recolección de patata nueva en las zonas tempranas de Andalucía, Cartagena y Valencia. Se esperan volúmenes medios o altos, gran calidad y buen calibre. “La climatología ha propiciado una buena cosecha. Ha sido un invierno casi sin heladas, poco viento y lluvias moderadas. La primavera suave y sin problemas fitosanitarios da como resultado una cosecha óptima”, explica Cosme Catalán, gerente de Patatas Catalán.
"Empezamos cosechando la patata fresca de consumo para mercado tradicional. Diez días más tarde, cuando la piel esté firme, podremos abastecer con patata para lavado a los clientes empaquetadores de grandes superficies. A mediados de mayo ya se suministrará la patata de industria", precisa Cosme.
“La escasez de patata en Europa ha creado expectativa e inquietud. Esto hará que la primera etapa de la campaña de patata nueva sea buena. La continuación vendrá determinada por los rendimientos posteriores y los cultivos de diferentes regiones”, alega.
"Cada vez hay más demanda, especialmente en momentos de carencia por cosechas reducidas como este año en el norte de Europa. Sin embargo, la demanda de la industria aumenta y no puede prescindir de suministros”, detalla. “Ello ha hecho que se decantara por cerrar contratos con precios buenos. Es una evolución positiva que supone estabilidad para el sector, las empresas y los productores”, añade Cosme.
Patatas Catalán produce 65.000 toneladas anuales en Andalucía occidental, Cartagena, Murcia, Castilla y León y Galicia. El grueso total del grupo supera las 150.000 toneladas. Los almacenes de conservación en las zonas de recolección permiten un suministro eficaz todo el año. Esta empresa familiar ha sabido adaptarse a los cambios. “Nuestro cliente tipo actual es la industria y IV gama, nacional y europeo. La exportación se destina principalmente a países limítrofes como Portugal y Francia. También vendemos a Reino Unido, Bélgica y Países Bajos. Para optimizar la distribución tenemos nuestra empresa logística. Ello permite tener los costes controlados. La logística es vital en este sector: un ligero aumento de precio influye mucho”, precisa el gerente de Patatas Cosme.
La demanda de patata ecológica para la industria también crece. Las producciones controladas son bajo contrato y para clientes específicos. La variedad más demandada es Agria, aunque grandes industrias especializadas eligen Hermes y Lady Amarilla.
Sobre la competencia, según Cosme, “aunque Egipto ha tenido proyecciones y su patata es barata, no podemos hablar de una situación dramática, sino reguladora de precios”.
Algunos productores españoles amplían cultivo, pero no siempre es viable. “La bajada de un 25% de producción de empresas de patata de siembra, como Agrico y HZPC en Holanda, ha sido un factor limitante. No pueden abastecer a todos los agricultores", añade.
Ahora, el desafío del sector es encontrar una alternativa eficaz y rentable para sustituir el antigerminante CIPC (clorprofam), fitosanitario que evita la germinación de la patata de conservación. “Esperamos hallar una alternativa viable y de coste controlado”, comenta Cosme Catalán.
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Cosme Catalán
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