En su último boletín informativo, la Interprofesional francesa de la patata (CNIPT) ha señalado que “en el mercado nacional, las condiciones actuales (con existencias cada vez más reducidas de la cosecha antigua, e independientemente del segmento de mercado) auguran una transición normal y suave con las patatas tempranas francesas, cuyas primeras ofertas (de producciones protegidas) están en el mercado”.
Otro factor favorable están siendo las condiciones climáticas, destaca la CNIPT, “hasta ahora favorables, que han permitido adelantar el calendario de siembra en varias zonas de producción (casi 15 días de antelación)”.
“Las primeras ofertas de patatas tempranas de producción de campo estarán disponibles a partir de Semana Santa (a escala regional o incluso nacional) y se espera un aumento de volúmenes a partir de mediados de mayo. El desafío será tener una distribución justa entre los eslabones del sector, en particular para tener en cuenta el aumento en el precio de costo, debido a los insumos y otros consumos intermedios en particular (costo de las plantas, fertilizantes nitrogenados, mulching, energía, envases, etc.), apoyados por los actores que intervienen en las etapas previas e intermedias del sector”.
“Las superficies de 2023 de patatas tempranas francesas se encuentran en niveles globalmente estables (a excepción de Perpiñán-Rosellón, que ha reducido su siembra en torno a un 20%-25%). El estado sanitario de los cultivos es satisfactorio (a la fecha) pero se requiere vigilancia ante el riesgo de heladas tardías”.
Por el lado de la exportación, “continúa la demanda de compradores en España e Italia en particular (tanto para productos de primera calidad como para la gama básica). Alemania también tiene necesidades de productos franceses, a pesar de la llegada paulatina de las primeras ofertas mediterráneas de Israel o Egipto”.
Fuente: cnipt.fr