El mercado global del ajo ha experimentado un crecimiento constante en las últimas décadas, con una competencia intensa entre los países productores. Perú, gracias a avances significativos en sus cultivos y a contratiempos de grandes productores como China, ha logrado ascender al top 10 de proveedores mundiales desde 2021. Durante 2023, Perú mantuvo resultados positivos en la exportación de ajo, cerrando el año con 18,724 toneladas exportadas, valoradas en US$ 31 millones, lo que representa un incremento del 13% en volumen y 33% en valor respecto al año anterior. Sin embargo, una marcada desaceleración ha sido evidente desde el último trimestre de 2023, atribuido principalmente a condiciones meteorológicas adversas.
En la dinámica internacional, Estados Unidos emergió como el principal destino del ajo fresco peruano, beneficiándose de la disminución en la calidad y cantidad del ajo chino. La expectativa de que la producción europea, especialmente la española, pudiera llenar el vacío dejado por China no se materializó debido a una severa sequía, permitiendo a Perú aumentar su volumen de exportación a EE. UU. en hasta un 127%, con un incremento de precio superior al 11%. Además, el ajo peruano ha visto un aumento en los envíos hacia Sudamérica, siendo Ecuador el principal receptor debido a su insuficiente producción interna.
Argentina y Chile representan los principales competidores de Perú en Sudamérica. Mientras Chile enfrenta una crisis productiva, lo que le permite a Perú mantener buenos números en mercados cercanos, Argentina continúa fortaleciéndose, especialmente en el mercado norteamericano. Para 2024, el panorama para el ajo peruano se torna desafiante, con sequías en regiones clave como Arequipa, que ya han acarreado una reducción significativa de la disponibilidad de agua y una caída en los envíos de ajo en febrero cercana al 48%. Esta situación amenaza con poner fin a la racha positiva que el ajo peruano ha disfrutado desde el inicio de la pandemia.
Fuente: Fresh Fruit / agraria.pe