La nueva campaña de higo ha tenido un comienzo complicado en Apulia, en particular de brevas, que siempre ha sido el caballo de batalla de la producción de esta provincia italiana. Mientras que la zona de Molfetta sigue esperando el inicio de la temporada, en la provincia de Bríndisi ya ha comenzado la cosecha y la comercialización del producto.
En la zona de Bríndisi, la campaña del higo ha empezado con mucha antelación, pero también con serias dificultades. Según Francesco Palasciano (abajo en la foto), propietario de la explotación Cuore Verde de Pezze di Greco-Fasano (BR), "en los días previos a la cosecha se produjo una gran caída de frutos", fenómeno que afectó en gran medida a las cantidades disponibles. La campaña, que comenzó el viernes 23 de mayo, está ya muy avanzada y se encamina a su conclusión, lo que confirma una ventana de producción corta y concentrada.
"Parecía un año prometedor", explica Palasciano. "Sin embargo, una helada repentina golpeó a las brevas verdes y negras, que cayeron al suelo poco después. A ello se sumó un periodo de maduración excepcionalmente temprano, entre 17 y 23 días antes de lo habitual, con cosechas que empezaron ya a finales de mayo, mucho antes del periodo tradicional, que es en torno a San Antonio (13 de junio). El problema, no obstante, es que la fruta llega de golpe y se acaba en pocos días. Las pérdidas son cuantiosas, estimándose en un 70% la merma productiva en la campaña de primavera, especialmente en zonas del interior y de colinas como Cisternino, Martina Franca o Castellana, donde en algunos casos "las plantas no dieron absolutamente ningún fruto".
A pesar del duro golpe, Palasciano tiene esperanzas en la campaña de higos de septiembre, que podría ser más larga y productiva, gracias al buen crecimiento de las ramas jóvenes, favorecido por las lluvias invernales. Sin embargo, persiste el temor por posibles olas de calor extremo, que podrían quemar los frutos. "El verdadero problema es el cambio climático. La higuera ya no es capaz de adaptarse a su antiguo hábitat. Cada año produce menos, y si sigue así, muchos se verán obligados a cambiar de cultivo". Incluso en el plano comercial no son pocas las dificultades: se sigue exportando parte del producto, por ejemplo a Suiza, pero solo gracias a antiguas relaciones y con volúmenes reducidos. Este año trabajaremos más en Italia", admite el empresario. "Cuando hay poco producto, significa que la planta ha sufrido y la fruta no disfruta de una larga vida útil".
También en otras zonas de Apulia se confirma la tendencia a la reducción drástica de la producción de brevas. "Por desgracia, este año la producción es muy baja, y las continuas fluctuaciones de temperatura han tenido mucho que ver. Muchos frutos se están cayendo justo cuando están a punto de madurar", explica, en tono realista pero preocupado Michelangelo De Chirico (en la foto), director comercial de la empresa homónima de Molfetta, en la provincia de Bari. "La zona afectada se encuentra entre Molfetta, Giovinazzo y Terlizzi, donde la cascola, es decir, la caída prematura de la fruta, está afectando duramente a los cultivos".
Para colmo, la reciente ola de heladas nocturnas llegó de repente, lo que ha dañado aún más la fruta más sensible. "En mi opinión, este año estamos en torno a una caída del 50% de la producción", estima el empresario. La caída afecta sobre todo a las brevas, es decir, la primera producción de higos, que maduran entre finales de mayo y junio. En cuanto a los higos propiamente dichos, los que se recogen a partir de mediados de agosto, la situación se aclarará en los próximos meses. Dependerá en gran medida de las precipitaciones y de las condiciones meteorológicas tras la cosecha actual.
"Hay demanda del producto, pero hay escasez. Ha sido un revés", añade De Chirico. "El año pasado inicié una colaboración en Suiza y envié una primera remesa. Tras las pruebas iniciales, iban a pedir grandes volúmenes. Por desgracia, este año no podré satisfacer esa demanda".
Muchos frutos (los oscuros en las fotos de arriba) están cayendo justo cuando están a punto de madurar.
Es una historia que, en parte, ya conocemos: 2023 tampoco fue una campaña brillante en términos de cantidad y calidad, y parece que la de 2025 va a verse ante las mismas dificultades, con el agravante de un tiempo más imprevisible si cabe. "En los próximos días, con la llegada de los primeros frutos recolectados, tendremos una idea general más precisa. Mientras tanto, De Chirico, como muchos otros operadores, sigue con la vista puesta en el cielo, esperando cierta estabilidad que le permita salvar al menos la segunda mitad de la temporada".
Nicola Coniglio (en la foto), de Coniglio, empresa radicada en Adelfia, en la provincia de Bari, confirma: "También este año, la producción de brevas es escasa y se ha visto muy afectada por las heladas de principios de abril. La situación es similar a la de los dos últimos años", explica, y señala que las condiciones meteorológicas están afectando negativamente al rendimiento de las plantas.
"Sin embargo, el interés por el producto es alto, hay expectación", añade Coniglio, insinuando que, a pesar de la caída de alrededor de un 50% de la oferta, la demanda sigue siendo fuerte.
Gaetano Modugno, responsable de la empresa Evergreen de Polignano a Mare (BA), confirma que la situación de las brevas en el norte de Bari no es nada positiva. "Las fuertes lluvias y las granizadas puntuales que han azotado la zona en las últimas semanas han comprometido en parte la calidad de los frutos tempranos. La fruta ya está cargada de agua y azúcar", explica Modugno. "Por esta razón, será difícil exportarla: no tiene firmeza y corre el riesgo de presentar magulladuras", algo que no agrada en los mercados extranjeros, acostumbrados a estándares elevados como los de los higos turcos. Precisamente por este motivo, muchas empresas locales optan por trabajar directamente con variedades tardías, que garantizan una mayor resistencia y calidad comercial.
Sin embargo, a pesar de las dificultades, el mercado muestra algunas señales positivas. "He observado que varios clientes del norte de Europa muestran interés por los higos, a pesar de ser muy conscientes de las dificultades de esta temporada", indica Modugno. "Esto demuestra que, incluso en un año complicado, el producto italiano sigue siendo apreciado en el extranjero como una fruta de calidad para verdaderos entendidos. Aunque la estética no esté a la altura de las expectativas".