En los campos de la empresa belga Agra Claessens, todas las patatas han sido recolectadas. "Aquí el suelo es de una arcilla bastante pesada, y al principio estaba demasiado seco para empezar la cosecha. Pero con las lluvias de principios de septiembre tuvimos el momento perfecto para empezar a recolectar. En pocos días pudimos recogerlo todo, justo a tiempo antes de que el tiempo se estropeara", explica Stijn Windey.

"Estamos realmente satisfechos con la cosecha", continúa Windey, quien inició su andadura en 2005. Comenzó cultivando plantas ornamentales y patatas tempranas en invernadero, pero poco a poco fue ampliando hacia el cultivo al aire libre. "Pudimos regar todas las parcelas, algo imprescindible en un verano tan seco. Y eso se nota: el rendimiento ha sido excelente este año".
Las relaciones, el corazón del mercado
Con una cosecha tan buena, cualquiera pensaría que todo son buenas noticias. Pero, ¿es realmente una ventaja obtener tan buenos rendimientos en un mercado belga de la patata que parece estar en pausa? En el caso de Agra Claessens, sí y no. La empresa vende toda su producción directamente: a mayoristas, retailers, tiendas especializadas e incluso a través de su propia tienda agrícola. "Para nosotros, las ventas no están siendo un problema. Por supuesto, siempre es agradable cuando los precios acompañan, pero contamos con clientes fijos y una red de mercados donde la demanda sigue activa", relata.
"En los supermercados apenas se perciben las bajadas del mercado: el consumidor sigue pagando lo mismo. Por eso afrontamos los próximos meses con optimismo. Sabemos que habrá excedentes, pero eso forma parte del negocio. El mercado de la patata siempre ha sido impredecible, eso ya lo tenemos asumido", comenta Windey con serenidad.

El valor de seguir apostando por la variedad Bintje
Uno de los puntos fuertes de Agra Claessens es que Bintje sigue siendo su variedad principal, mientras que muchos otros productores han ido abandonándola. "Notamos que cada año se cultiva menos, lo cual para nosotros no es un inconveniente, ya que la demanda se mantiene estable. Incluso colegas que durante años se dedicaron exclusivamente a la Bintje están probando nuevas variedades. Es comprensible: el rendimiento en campo de la Bintje es menor que el de otras variedades más modernas, y sin posibilidades de regar, enseguida aparecen manchas o problemas de calidad. Por suerte, este año no ha sido así. Al contrario, ha sido un año excelente: patatas Bintje hermosas, sanas y con una calidad inmejorable. El sabor de una patata Bintje cultivada en suelo arcilloso sigue siendo insuperable. Y por fortuna, muchos consumidores aún piensan igual que yo", indica.
Diversificación con cautela
Mientras tanto, la empresa sigue explorando nuevos cultivos intermedios. "Probamos con los girasoles. Queríamos prensar nosotros mismos las semillas, pero la presión de las palomas torcaces fue tremenda. Tuvimos que sembrar dos veces y cubrir con mallas la segunda siembra. Al final brotaron bien, pero antes de madurar ya se habían comido la mitad. Así que, de momento, esa idea queda aparcada", manifiesta.

En cambio, otro cultivo sí parece tener futuro en la explotación: la angélica. "Nos sigue resultando muy interesante, y este año hemos ampliado la superficie a hectárea y media. Las plantas tienen buen aspecto y el desarrollo va por buen camino. Es cierto que la venta depende de un solo comprador, lo cual siempre conlleva un riesgo. Pero, de momento, la colaboración funciona muy bien, y sabemos que aún buscan productores en Flandes. Eso, desde luego, es una buena señal", concluye Windey.
Para más información:
Stijn Windey
Agra Claessens
Bootdijkstraat 23A
9220 Moerzeke (Bélgica)
Tel: +32 472 47 51 38
[email protected]
www.agraclaessens.be