Los productores de patata de consumo de la NEPG (asociación que agrupa a los productores de Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos) se preparan para una campaña excepcionalmente complicada, pese a registrar una cosecha elevada. Según los últimos datos de NEPG, la producción total en 2025 alcanzará unas 27,2 millones de toneladas, un 10% más que en 2024 y un 17,7% por encima de la media de los últimos cinco años.
El aumento de la producción se explica por un crecimiento tanto de superficie como de rendimientos. La zona NEPG cuenta en 2025 con 608.062 ha de patata de consumo, un 6,8% más que en 2024 y un 15,9% por encima de la media quinquenal. Alemania concentra la mayor parte de la superficie (220.000 ha), seguida de Francia (197.000 ha), Bélgica (107.962 ha) y Países Bajos (83.100 ha).
Los rendimientos medios mejoran hasta 45,2 t/ha, un 4,5% más que en 2024 y un 2% por encima de la media de cinco campañas. Por países, los rendimientos estimados son: Bélgica 46,4 t/ha, Alemania 45,1 t/ha, Francia 43,0 t/ha y Países Bajos 46,2 t/ha. Esto se traduce en producciones de 5,0 Mt en Bélgica (+15%), 9,9 Mt en Alemania (+7,4 %), 8,5 Mt en Francia (+9,9 %) y 3,8 Mt en Países Bajos (+13,7%).
A pesar de la abundancia, los precios en el mercado libre son extremadamente bajos, entre 0,50 y 4,00 €/100 kg, según país, variedad y calidad, y la demanda industrial es escasa. La NEPG atribuye esta crisis a una combinación de factores de oferta y demanda: plantaciones tempranas en buenas condiciones, aumento del 7 % de superficie, mejora del 5 % de rendimientos, y lluvias generalmente suficientes.
En demanda, se registra una contracción del mercado mundial de patatas fritas congeladas, afectada por los llamados "aranceles Trump", la fortaleza del euro frente al dólar y el crecimiento de exportaciones de productos transformados desde China, la India, Egipto, Turquía y otros países emergentes. En los últimos dos años, China y la India han multiplicado por diez sus ventas de patatas fritas congeladas a países vecinos, superando juntas las 500.000 toneladas, mientras que las exportaciones de la UE-27 han caído en dos campañas consecutivas.
Ante este escenario, la NEPG insta a los agricultores a reflexionar sobre la viabilidad de mantener las actuales superficies, considerando los bajos precios y los altos costes de alquiler de tierras. La organización advierte que la decisión sobre futuros planes de siembra será clave para evitar pérdidas económicas en las explotaciones especializadas del noroeste de Europa.
Fuente: agrodigital.com