Para Jack Lewis, propietario de Klapperbos, productor de granadas y albaricoques y creador de productos, una explotación pequeña tiene que encontrar su nicho. Sus arilos de granada deshidratados causan sensación ("puro caramelo natural, con todos los polifenoles y flavonoides", indica Lewis) y cuando los maestros del braai, la barbacoa tradicional sudafricana, conozcan su melaza de granada, dice, se darán cuenta de que han encontrado una receta ganadora.
La melaza de granada de Klapperbos se elabora con un evaporador de vacío importado, y a Lewis le gusta bromear con que parece que estén enriqueciendo uranio. En este proceso, el zumo de granada nunca hierve, sino que se reduce lentamente. Por el color se sabe que nunca ha hervido, explica: es morado, mientras que el zumo de granada hervido se vuelve entre marrón oscuro y negro.
© Klapperbos Farm La melaza de granada Klapperbos.
La melaza de Klapperbos solo contiene zumo puro de granada y se utilizan únicamente granadas Acco, cuyo sabor, asegura Lewis, sería el preferido en una cata a ciegas. Su piel más fina, en lugar de ser un inconveniente, se traduce, de hecho, en más pulpa y más zumo.
La reducción o melaza de granada está en la despensa de todos los hogares desde Marruecos hasta la India, y así debería ser, en opinión de Lewis, en Sudáfrica. Sin embargo, la melaza de granada industrial suele contener ingredientes que alteran el sabor, añadidos para afinar el equilibrio entre dulzor y acidez.
© Klapperbos FarmLewis también elabora zumo de sus granadas Acco, pero al ser fresco, no puede enviarse fuera del Cabo Occidental. La melaza de granada, en cambio, puede enviarse a cualquier parte, porque la combinación de pH bajo y alto contenido de fructosa (que no de sacarosa) preserva el producto.
Klapperbos espera menores cosechas de albaricoques y granadas
Jack Lewis va por su tercera encarnación, tras una primera carrera como activista contra el apartheid, profesor universitario de economía y miembro fundador de la influyente Treatment Action Campaign, que consiguió que los sudafricanos tuvieran derecho a los antirretrovirales para el VIH. Después llegaron el periodismo y la producción de vídeo, siempre para el bien público, como la organización sin ánimo de lucro Community Media Trust, que fundó (y que ha podido dejar en las capaces manos de sus sucesores, se congratula).
"Cuando empecé no sabía nada", dice. Hace dieciséis años, Lewis plantó los primeros granados Acco en su minúscula (para los estándares agrícolas sudafricanos) finca de Vanwyksdorp, la que Lewis considera la ciudad más pequeña del Klein-Karoo.
Esta finca tiene derechos de agua sobre un manantial perenne en los Rooiberg que, incluso durante la peor sequía de 2016‑2018, cuando se perdieron cientos de campos de albaricoque en toda la región, nunca dejó de fluir.
"El año pasado fue un excepcional para los albaricoques, tuvimos fruta muy por encima de la media. En cambio, este año es probable que tengamos muchos menos", afirma Lewis. Los vientos helados que bajan de las nieves de Towerkop, a más de 2.000 metros de altitud, suelen provocar inviernos muy fríos, pero el invierno pasado, señala Lewis, no hizo mucho frío "y los árboles no descansaron como es debido". Recientemente han incorporado más albaricoqueros, hasta elevar a 3.000 el total, la mitad Bulida y la otra mitad Soldonne.
Asimismo, la lluvia de octubre de 2024 fue perfectamente oportuna para los albaricoqueros y granados que estaban en desarrollo; este año algunos distritos del Cabo Meridional sufren sequía. "Yo también lo estoy viendo en mis granadas; tenemos una cosecha normal, pero la del año pasado fue de récord; ¡sacamos 25 toneladas por hectárea!".
En los años de bonanza, como 2024/2025, suministran los excedentes de albaricoques a Ceres Fruit Growers para hacer zumo. La cosecha de este año probablemente la secarán ellos mismos en la finca, sin azufre, lo que es un gran reclamo de venta. "Nuestros albaricoques no dejan sensación de ardor en la garganta", asegura. "No los rociamos con nada y se secan de forma natural. No son tan bonitos como los albaricoques sulfurados, pero tampoco es que parezcan cuero, siguen estando blandos".
© Klapperbos Farm
La empresa es "99%" ecológica y la reciente adquisición de más hectáreas adyacentes ha hecho viables ciertas estrategias de control biológico, mientras que antes su superficie era demasiado pequeña para mantener poblaciones de biocontrol. La falsa polilla es un problema y no solo para la fruta, sino también para las colmenas de abejas. "Si pudiera dar un consejo a alguien que cultive granados sería que no lo hiciera cerca de una ciudad o de jardines descuidados".
El atrayente de feromonas Last Call de Insect Science, que aplican en árboles autóctonos —dado que es una plaga autóctona— en su periferia, parece funcionar bien.
Klapperbos vende albaricoques a By Nature, un distribuidor de frutos secos sin azufre. La reducción de granada la vende en todo el país Faithful to Nature. "En el Cabo Occidental, las principales tiendas de productos ecológicos, como Organic Zone, Wild Organics, Komati, Organic Point y otros establecimientos conocidos, como Olympia Bakery, en Kalk Bay, y The Lebanese Bakery, venden zumo de granada Klapperbos", afirma Lewis, y añade que, cada vez más, se están aventurando en la comercialización de la melaza de granada y la fruta deshidratada.
Para más información:
Jack Lewis
Granja Klapperbos
Tel.: +27 71 987 7712
[email protected]
https://www.klapperbos.co.za/