La situación del mercado belga de la patata se mantiene sin cambios. Hace unos meses, Jan Van Luchene, de Bruwier Potatoes, ya tenía unas perspectivas poco halagüeñas que no cambiarían a menos que algo inesperado ocurriera con la cosecha de este año, y lo cierto es que sus previsiones se han cumplido. "La cosecha ha sido muy buena; algo que, en circunstancias normales, sería una alegría, por supuesto, pero ahora está suponiendo un disgusto. De hecho, la industria sigue enfrentándose a los mismos desafíos que en los últimos ocho meses".
"La industria está pasándolo mal debido a las grandes existencias de patatas fritas y unas ventas difíciles. Además, hay una superficie muy grande y con altos rendimientos que no han hecho falta este año", continúa. "El resultado es una situación compleja para todos los eslabones, tanto productores como comerciantes y transformadores. No es un problema que afecte solo a la industria, sino a todo el sector".
Por ello, no cree que la organización de promociones en los supermercados para incentivar el consumo sea una solución. "Tendrá un efecto limitado. La combinación de unas ventas muy escasas y grandes volúmenes de patatas nuevas garantizará que se mantenga la presión en el mercado libre hasta el final de la temporada. También preveo que esas patatas podrán usarse al menos hasta finales de julio y posiblemente agosto, así que no esperamos un alivio de la situación a corto plazo".
Acción decisiva
¿Se mantendrá esta presión en los próximos años? "Es difícil saberlo, ya que es probable que los nuevos contratos traigan reducciones significativas tanto del precio como de los volúmenes. De hecho, es importante que el sector intervenga de inmediato y con decisión para que la próxima temporada no acabe siendo otro año perdido. Por su parte, la industria tendrá que reducir el tonelaje contratado para que el mercado recupere su equilibrio. Es probable que se reduzca la superficie cultivada y que muchos de los nuevos productores que llegaron esta temporada abandonen el mercado. Solo queda la incertidumbre de qué ocurrirá después con las tierras de cultivo abandonadas. Existe la posibilidad de que se ofrezcan más baratas, con lo que algunos productores seguirán decidiendo incorporarse al sector, aunque no haga ninguna falta".
Nuevo equilibrio
"La calidad es una forma de hacer frente a la competencia y ahí Europa sigue llevando la voz cantante, pero controlar los precios sigue siendo inevitable", explica Jan. "El boom de los últimos tres años ha llegado a su fin. El mercado sigue creciendo, pero factores internacionales tienen cada vez más peso. A nivel global, la competencia ha aumentado, y países como China y la India se han hecho con una mayor cuota del mercado asiático y van a seguir desempeñando un papel importante a medio plazo. Los planes de expansión de la industria belga, entre otros, que estaban sobre la mesa el año pasado, han quedado en suspenso por un tiempo. Habrá que encontrar un nuevo equilibrio, y es importante que la industria actúe con rapidez y decisión para lograrlo. Está claro que el sector debe prepararse para enfrentarse a nuevos retos. Restablecer el equilibrio en la producción, el precio y la comercialización será crucial para garantizar la continuidad del mercado de la patata y las patatas fritas de Europa occidental, tanto a nivel nacional como internacional".
Para más información:
Jan Van Luchene
Bruwier Potatoes
Galgestraat 1A
B-8790 Waregem (Bélgica)
Tel.: +32 56 61 33 33
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www.bruwier.be
