Reino Unido importa las batatas principalmente de Estados Unidos, pero al país le cuesta seguir el ritmo de la demanda, tanto la del mercado interno como la del internacional. La producción en España es la que más ha aumentado de todos los países productores, y Portugal acaba de entrar en el juego. Egipto está comenzando a ofrecer buenas variedades para la exportación, en lugar de las tradicionales que prefieren los egipcios. En Sudamérica, Honduras tiene algunos productores buenos, pero, según el comerciante, los demás apenas pueden satisfacer la demanda y los requisitos de certificación.
Las variedades Covington, de Norteamérica, y Beauregrad, de España, componen el 95% del mercado, aunque la Covington es propiedad de la Universidad de Carolina del Norte y no se puede cultivar de forma comercial fuera de EE. UU. Una de las variedades más recientes es la Evangeline.
En Reino Unido, los precios de las batatas son bastante estables, ya que no es un producto que fluctúe mucho, según el comerciante.
Reino Unido dispone de cierta producción nacional, aunque el comerciante afirma que es simbólica. "No sé si crecerá hasta tener volúmenes grandes, ya que depende del clima, del tipo de suelo y de la geografía. Nuestra región de producción no es la más adecuada, pero nunca se sabe si se podría desarrollar en las regiones templadas, y el calentamiento global podría aumentar progresivamente la superficie apta para su cultivo".