"Un invernadero convencional, ya sea de cristal o de plástico, es la opción perfecta para un clima con inviernos fríos, como Canadá, Países Bajos o Rusia. En estos climas, el invernadero puede mantener cálidos los cultivos durante el invierno y proporcionar un entorno fresco y protegido durante el suave verano. “Sin embargo, en los países entre el ecuador y 30 grados de latitud, la refrigeración presenta muchos más problemas que la calefacción. En este caso, en los invernaderos convencionales, por lo general, cuesta producir frutos de buena calidad a coste bajo durante los calurosos veranos. De hecho, muchos invernaderos con ventilación natural se dejan vacíos en verano”.
"Por tanto, cualquier productor situado entre el ecuador y los 30 grados de latitud puede lograr una mayor productividad y calidad usando una casa fresca de techo retráctil. Ello se debe a que la cubierta está diseñada para bloquear el calor excesivo antes de que entre en el invernadero, en el que un sistema de ventilación utiliza menos de 2 kilovatios la hora de electricidad por hectárea y día, y una cantidad mínima de agua para la refrigeración. La capacidad de retirar las cubiertas en minutos cuando las condiciones exteriores son óptimas permite a los productores aprovechar toda la luz solar y el menor nivel de humedad. Esto resulta especialmente importante para los productores de berries y lechuga”.
En el último par de años, Cravo ha adquirido una significativa experiencia con el uso de sus casas frescas en muchos lugares del mundo. “Las casas frescas de techo retráctil se han desarrollado expresamente para países en los que los invernaderos convencionales y las cubiertas de mallas no consiguen mantener un entorno de crecimiento óptimo cuando las temperaturas exteriores son de entre 35 ºC y 50 ºC”.
En estos climas cálidos, muchos productores utilizaban una refrigeración basada en paneles y ventiladores, pero el consumo de electricidad y agua resultaba prohibitivo. Entonces, algunos productores se cambiaron a invernaderos de malla, más económicos, pero descubrieron que su campaña de cosecha se veía limitada por el calor del verano, el frío del invierno y la lluvia. La casa fresca de techo retráctil, unido a una malla antiinsectos, combina las ventajas de un invernadero de malla con la optimización del clima de un techo retráctil, lo cual elimina los problemas de la agricultura convencional que utiliza coberturas de malla”.
En este vídeo, se explica la diferencia entre un invernadero convencional y una casa fresca de techo retráctil. También destaca el potencial del sistema para ayudar a mejorar el rendimiento de los cultivos, con menos insumos y una huella ecológica mínima, puesto que se puede prescindir del elevado consumo de energía que generan un panel y un ventilador para cultivar en un clima cálido.
Para aplicar las mejores prácticas y protocolos para el cultivo entre el ecuador y 30 grados de latitud, Cravo ha construido una casa fresca de techo retráctil en Culiacán, México. Se utiliza para el cultivo de varias hortalizas y sirve como centro de demostración y formación, para dar a conocer el potencial del sistema. La combinación de techo retráctil y malla antiinsectos ya ha logrado rendimientos de 40-50 kg/m2 en tomate y 15-17 kg/m2 en ajíes de colores durante la temporada de producción de invierno, y todavía existe potencial para incrementarlos aún más. Este año, los tomates, los pimientos y los pepinos se cultivarán las 52 semanas del año y los cultivos se trasplantarán el 15 de agosto y el 1 de marzo.
“La mayoría de investigaciones del mundo se han centrado en el cultivo de productos en un entorno totalmente controlado. Sin embargo, nuestra investigación nos ha enseñado que exponer las plantas al aire libre por la mañana cuando las temperaturas exteriores son ideales y protegerlas después con el techo de la casa fresca hace que las plantas desarrollen una tolerancia mucho mayor a las temperaturas altas y a las mayores fluctuaciones de humedad a mediodía. El techo retráctil enseña a la planta a desarrollar un sistema radicular más fuerte y hojas más pequeñas y más gruesas, lo cual la ayuda a soportar temperaturas extremas”.
En estos momentos, Cravo está desarrollando proyectos con sus casas frescas de techo retráctil en países como Omán, México, Nigeria, Chile y Australia.
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