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España: La demanda de patata nueva será superior a su aumento de producción

La próxima semana arrancarán las primeras partidas de patata temprana en Sevilla tras el inicio de la cosecha de patata extra temprana de Málaga. "Las condiciones meteorológicas han sido muy favorables para la patata en Sevilla, que viene en fechas normales", explica Javier Boceta, productor y exportador de patatas. "En Cartagena, Murcia, la cosecha vendrá retrasada, ya que los agricultores tuvieron que esperar debido a las abundantes lluvias en el momento de la siembra".

De acuerdo con el productor, la superficie de siembra de patata ha aumentado este año, "aunque es difícil saber el porcentaje exacto", indica. Este año empieza a recuperarse la superficie tras los duros años de crisis, aunque aún está lejos de alcanzar las hectáreas de hace 10 años.

"La crisis ya ha desaparecido prácticamente de la mentalidad de los consumidores, y es que, aunque parezca mentira, uno de los productos más afectados por la crisis ha sido la patata. Durante todos estos años de crisis, España ha estado importando grandes cantidades de patata almacenada de Francia a precios irrisorios, factor que ha hecho caer la superficie de siembra en España estrepitosamente, ya que si en la actualidad se cuenta con alrededor de 70.000 hectáreas, en 2008 había unas 100.000 hectáreas plantadas en España", explica el productor.

La demanda de patata nueva empieza a recuperarse y cada vez tiene más demanda en España, donde el consumidor está dispuesto a pagar más por una patata de calidad.

Las primeras patatas se venderán en el mercado nacional, y a partir de primeros de mayo se espera que tengan lugar las primeras exportaciones, con buenas previsiones en cuanto a demanda en Europa. "Este año esperamos una muy buena campaña con alta demanda por parte de los mercados europeos, ya que la oferta es muy escasa en estos momentos y los precios están altos para la patata vieja francesa almacenada, entre 25 y 36 céntimos el kilo sin contar el transporte".

Las patatas tempranas españolas compiten con Egipto e Israel, que llegan antes al mercado. "Son patatas mucho más sabrosas que las patatas viejas francesas, aunque las cualidades culinarias de la patata española están por encima, ya que durante los meses que se planta la patata en dichos países todavía hace demasiado frío. Las cadenas europeas están esperando ya la patata nueva española", concluye el productor y exportador.