España: “No sabemos qué sucede, pero el comercio del ajo se ha parado”

“Estamos satisfechos con cómo ha ido la cosecha de ajo Spring -el ajo temprano-, no ha habido enfermedades, se han conseguido buenos volúmenes, y hemos conseguido solventar las diversas situaciones climáticas como la sequía”, comenta Bartolomé, de la empresa Ajos Cuelgamures. No obstante, esta empresa zamorana observa que en los últimos días, la actividad comercial “se ha ido frenando y ahora están la mayor parte de empresas esperando a ver qué pasa”.

Sí ha habido transacciones y se han cerrado tratos, comenta Bartolomé, pero han sido de unas “características especiales y bajo circunstancias también excepcionales”. Y es que tan sólo aquéllos agricultores con poca o ninguna capacidad de almacenaje son los que han tenido que ir vendiendo la mercancía para evitar que se estropeara. “Los precios que se han ido comentando, de ser ciertos, no nos beneficia al resto del sector”, añade Bartolomé. 

Ajos Cuelgamures ha visto incrementado el volumen de producción con respecto al año anterior y es que, tras el buen cierre de campaña, se han animado a plantar unas hectáreas más. “Podemos producir alrededor de 700 toneladas de ajo al año, aproximadamente”, indican. En esta semana terminarán de cortar la variedad Spring y a principios de julio comenzarán con el ajo blanco español. “No nos preocupa haber guardado la mayor parte de la cosecha temprana, en nuestras instalaciones se puede mantener en buen estado durante mucho tiempo”, asegura Bartolomé. 

Por otra parte, ante la cuestión de la vuelta -muy- activa de China al terreno internacional, Bartolomé dice que “parece ser que tras un año en el que el clima no les benefició en absoluto, los agricultores han continuado plantando para compensar y da la sensación de que vienen con más producción”. 

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Daniel Bartolomé

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