El productor, exportador y antiguo presidente del Consejo de la Manzana y la Pera John McCliskie dice que nunca había visto un mercado internacional tan agitado. McCliskie, que pronto se dirigirá a Europa, indica que la fruta de pepita de la región tiene buen aspecto, pero que el problema para los productores será vender sus cultivos en mercados inestables y con sobreoferta.
Los enormes cultivos europeos y norteamericanos todavía tienen que venderse y, para colmo, los vetos comerciales impuestos por Rusia a la importación de la Unión Europea, Canadá y los Estados Unidos ha provocado que la fruta de Polonia también se venda en Europa y Asia, lo que ha hecho bajar los precios.
Debido a que la economía rusa estaba en implosión, no ha comprado mucha fruta, lo que significa que los proveedores de Argentina y Chile han enviado su fruta a Europa y Asia.
La ventaja para los productores de Nueva Zelanda es que la fruta del hemisferio norte no ha sido de calidad superior y los compradores se han cambiado a una fruta mejor.
McCliskie ha urgido a los productores y los exportadores a ser cautelosos, enviar solo fruta de calidad a los mercados y únicamente cuando tengan un compromiso de los productores, sin especular.