"Cultivamos dentro de una cueva que tiene aislamiento natural y temperaturas estables todo el año. Incluso con temperaturas bajo cero en el exterior, la cueva tiene una temperatura estable de unos 6 grados centígrados. La mayoría de las plantaciones de interior se esfuerzan por bajar la temperatura, mientras que nosotros intentamos subirla, lo cual es un 'problema' único", afirma Rafik Halabi, cofundador de Gruve Gront. Fundada por Rafik Halabi y Peyman Karim Afshar, Gruve Gront existe desde hace dos años.
Una parte de las instalaciones de producción.
Aprovechamiento de la madre naturaleza
Situada a 15 km al oeste de la capital noruega, Gruve Gront esconde sus preciados productos en un lugar poco habitual. Para llegar a las instalaciones, primero hay que vivir una aventura. En las entrañas de las cuevas de Sandvika, se alza una pequeña plantación en una cueva de 30.000 m². Con una superficie de 500 m², Gruve Gront cultiva microgreens, hojas tiernas, flores comestibles, tomates cherry, guindillas y pepinos pequeños.
A pesar de su ubicación, tal vez complicada pero muy bien aislada, la explotación de agricultura vertical suministra sus verduras a un pequeño círculo en las proximidades, cerca de Oslo, compuesto por el canal horeca, restaurantes de alta cocina y tiendas de alimentos gourmet, para salvar en cierta medida los vacíos de oferta cuando las temperaturas no permiten el cultivo en el exterior.
"Distribuimos más de 1.500 kg de microgreens al mes. El resto no lo pesamos porque lo vendemos por piezas, en función de los pedidos, que van variando", explica Rafik, que no encuentra ningún problema, dada la flexibilidad de su sistema. Pueden adoptar fácilmente cambios en el sistema cuando se necesita más producción o cultivos adicionales.
Debido a las rigurosas condiciones externas, los agricultores solo pueden cultivar al aire libre durante un breve periodo de tiempo. "Deberíamos tener más plantaciones de interior en Noruega, sin embargo, el consumo de energía es todo un reto. Utilizar el aislamiento natural y el calor de la cueva nos permite consumir mucha menos energía que los productores tradicionales de invernadero y otras instalaciones de cultivo verticales".
El equipo de Avisomo y Gruve Gront visitando la cueva.
Un sistema flexible para una ubicación compleja
"Tenemos la posibilidad de ampliar nuestra superficie de cultivo a un total de 10.000 m², por lo que podemos experimentar hasta entonces", señala Rafik. "Necesitábamos un sistema flexible que fuera compatible con numerosas variedades y cultivos diferentes, dada la diversidad de nuestras peticiones. Una finca monocultivo automatizada no entraba en nuestros planes; sin embargo, las versátiles Estaciones de Cultivo de Avisomo nos permiten ser flexibles en la producción de cualquier cultivo en cualquier momento".
En comparación con un sistema fijo en términos de riego, tuberías e iluminación, las Estaciones de Cultivo no son rígidas, sino modulares y fáciles de mover. "Lo único que hay que hacer es cambiar la altura de las bandejas, la altura de los embudos de agua y las luces. No tenemos tuberías en las bandejas, pero una parte ampliada del sistema se encarga de eso. Si se quiere cultivar lúpulo, por ejemplo, basta con retirar las distintas capas, añadir la configuración de iluminación (lateral) adecuada y empezar desde cero", explica Endre Harnes, director comercial de Avisomo.
Para más información:
Gruve Gront
www.franzefoss.no/gruvegront
Avisomo
Endre Harnes, director comercial
endre@avisomo.no
https://avisomo.com