Un estudio reciente ha destacado el impacto de la crisis climática en el cultivo de uva de Turquía, y predice que el esperado aumento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones podrían cambiar la idoneidad de las regiones vitícolas para la producción de uvas en las próximas tres décadas. Las uvas, sensibles a las variaciones climáticas, enfrentan amenazas tanto en rendimiento como en calidad debido a estos cambios ambientales.
En concreto, el estudio pronostica una disminución en los rendimientos de las uvas Sultana en Manisa y Denizli, importantes provincias vitícolas. Por el contrario, sugiere que regiones como el interior del Mar Negro Occidental y el oeste de Anatolia Oriental podrían volverse más favorables para las uvas Sultana, mientras que la región del Egeo podría ser adecuada para variedades como Boğazkere, Öküzgözü y Şire, que prosperan bajo altas temperaturas.
Se proponen estrategias de adaptación, incluyendo el cultivo de variedades resistentes al calor y al estrés hídrico en áreas recién adecuadas, para mitigar los efectos adversos del cambio climático.
Fuente: bianet.org