El precio de la cebolla ha ido cayendo en picado en las últimas semanas. "Esa bajada de precios fue en parte innecesaria, pero tras unos resultados pésimos durante un tiempo, el mercado de ventas se ha estabilizado y hay más oportunidades. Esa estabilización ya se ha consolidado; ya no se lograrán más oportunidades con más caídas de precios. Ahora mismo podemos suministrar a cualquier país donde haya demanda y ofrecer el precio correcto", dice Lindert Moerdijk, de MSP Onions.
"Llama la atención la cantidad de anécdotas negativas sobre el mercado que se han publicado últimamente. Cuando la oferta y la demanda tienen el efecto esperado, se establece automáticamente un equilibrio y debemos centrarnos en las oportunidades que se nos presentan, en lugar de ser negativos por asuntos pasados", recomienda el exportador. "Las diferencias de calidad son enormes y confunden a los clientes finales. Puede haber grandes diferencias de precios y que estos piensen que ambas cebollas son buenas. Según los procesadores, prácticamente cada lote tiene sus propias características, por lo que tampoco es posible vincular un precio a un calibre específico. Todo depende de la calidad".
"En el campo también se observan estas diferencias de precio y, de hecho, la caída del precio del producto para industria ha hecho que esta diferencia sea aún más extrema. Si los exportadores tratan de hacer ver que las cebollas baratas son también de buena calidad, al cliente final de ultramar puede resultarle complicado elegir. Más cerca, en Europa, la verdad tarda solo dos días en descubrirse. Hay una carencia notable de calidad en Europa. Eso nos brinda muchas oportunidades, dado que hay una demanda por cubrir".
"Gracias a nuestro clasificador óptico, somos capaces de ofrecer una calidad estable y, por lo tanto, hemos tenido bastante trabajo durante toda la temporada. En ocasiones, hemos trabajado también en sábado para poder mantener un buen nivel de existencias. Ha habido mayores porcentajes de descarte esta temporada, por lo que queda menos neto y eso es algo que hay que intentar compensar", concluye Lindert. "En resumen, ha sido una temporada destacable y, por suerte, se ha vuelto a demostrar que el mercado de la cebolla es impredecible. El año pasado, la especulación conllevó beneficios, pero este año ha costado mucho dinero. Así son las cebollas. Puede pasar cualquier cosa y ese es, precisamente, el encanto de este sector".
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Lindert Moerdijk
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