La siembra de los ajos argentinos comenzó a principios de marzo sin problemas, y la cosecha estaría finalizando a mediados de noviembre. Dado que el mercado interno argentino no consume el ajo en la misma proporción en la que se puede producir, la mayoría de ajos que se cosechan en el país sudamericano son para exportación. Asimismo, Brasil sigue siendo el principal mercado para los ajos de color y para los blancos Europa se vuelve a consolidar como consumidor líder.
“No tenemos competidores directos; en realidad, los principales países productores no nos cruzamos. Argentina está en la brecha donde no hay ajo, después salen España y México. El único factor que está afectando es la superproducción que China está teniendo en los últimos años, y, a su vez, no podemos competir con el precio que ellos ofrecen. Pero con el nuevo Gobierno creemos que nos podemos hacer más competitivos y podemos salir al mercado externo con mejores precios”, finaliza el representante de la empresa argentina.
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José Luis Ginestar
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