Poco más de un año después de plantar el primer cultivo sin tierra mediante la tecnología española NGS, la profesora Silvana Nicola, referente de horticultura de la Universidad de Turín, está satisfecha con los resultados obtenidos.
Silvana Nicola.
El invernadero está ubicado en el Centro Experimental de la Universidad de Turín, en la localidad italiana de Carmagnola.
Giuseppe Pignata, de la Universidad de Turín, habla acerca de la prueba: "El 7 de junio, trasplantamos lechuga Gentilina Rebelina y, un mes después, hemos comenzado a cosecharla. Elegimos la solución de nutrientes que tuvo los mejores resultados en las lechugas, y probamos distintos tipos de fertirrigación. Hay 1.440 plantas y el consumo medio de agua fue de 0,1 litros por planta al día durante las primeras dos semanas, y de 0,2 litros por planta al día durante las dos últimas. Hemos logrado producir lechugas de entre 200 y 250 gramos en un mes. Llevaremos a cabo análisis microbiológicos y cualitativos tanto en los productos frescos como en los envasados y, por último, evaluaremos su vida útil con el fin de mejorar el producto fresco".
Giuseppe Pignata, Manuela Casale y Alice Casati.
El sistema NGS también se ha probado en otras especies, como orégano, mejorana, albahaca, perejil, rúcula, berros, menta y distintas variedades de lechuga. Por el momento, se ha estudiado durante el periodo primavera-verano, pero también se hará en el periodo otoño-invierno. El NGS es un sistema de cultivo hidropónico de ciclo cerrado que aprovecha hasta el 85% del espacio en los invernaderos, mientras que los sistemas tradicionales solo utilizan el 50%. Además, cuesta entre 16 y 25 €/m², dependiendo de si el sistema está en el suelo o elevado.
"Tuvimos que adaptar un poco el sistema porque solamente se había utilizado en regiones con clima mediterráneo, pero todo fue bien. Teniendo en cuenta los excelentes resultados en la lechuga, nos gustaría instalar el sistema NGS para cultivar otras hortalizas de hoja envasadas".
"Es el momento de presentar un producto fresco que no requiera todos los costes energéticos ni todo el trabajo que necesitan los productos de cuarta gama, pero que llegue a los consumidores en las mismas condiciones higiénicas y sanitarias. Por otra parte, ha llegado la hora de que los consumidores sepan que los sistemas hidropónicos son sostenibles, ya que reducen los costes de energía. En el futuro, nos gustaría instalar una línea de envasado directamente en el invernadero", concluye Nicola.
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Silvana Nicola
Departamento de Horticultura, Centro Experimental Agrícola, Universidad de Turín