"El mercado de la uva de mesa en la costa este de EE. UU. pertenece a Chile"

Hasta la semana 12, Chile ha embarcado 503.239 toneladas de uvas de mesa hacia mercados de todo el mundo, un 11% por debajo de las 566.508 toneladas del mismo periodo de la temporada pasada. Los envíos a los Estados Unidos (costa este y costa oeste combinadas) en el mismo periodo de este año ascienden a 288.795 toneladas o aproximadamente el 57% del total de las exportaciones de uva de mesa desde Chile en lo que llevamos de año. Esta cantidad es un 7,2% inferior con respecto a las 311.157 toneladas enviadas la temporada pasada en el mismo periodo, un volumen que equivalió al 55% de las toneladas de uva de mesa que Chile exportó hasta la misma semana del año pasado. "Pese a que el dólar ha sido relativamente débil y el mercado estadounidense para esta fruta ha sido complicado e indiferente la mayor parte del invierno, los exportadores chilenos siguen prefiriendo el mercado estadounidense a niveles similares a los del año pasado", explica Mark Greenberg, de Capespan Norteamérica.

 

Para finales de la semana 14, el déficit de envíos de la temporada pasada se habrá estrechado a un 9% y, probablemente, desaparecerá en la semana 15.

Las llegadas de uva de mesa peruana a la costa este han menguado en las últimas semanas. La última llegada sustancial de uvas de mesa sin semillas fue en la semana 9. Siguen llegando volúmenes modestos de Red Globe peruanas. El programa sudafricano de envíos a los Estados Unidos, muy escaso esta temporada, también ha concluido.

 

"Por tanto, el mercado de la uva de mesa en la costa este pertenece a Chile, pero el mercado sigue sufriendo complicaciones y problemas", reconoce Greenberg. Los problemas de estado que afectaron a los primeros envíos chilenos (en especial de la variedad Flame) se han continuado viendo en la fruta del Valle Central. El producto que presentaba un aspecto sólido en el envasado han llegado en un estado deficiente, en especial Thompson Seedless. Por tanto, si bien los precios de la uva de mesa se han estabilizado hasta cierto punto, todavía existe una brecha pronunciada entre los precios de la fruta sólida y los de aquella que presenta distintos problemas.

En la semana 13, el movimiento de uvas de mesa en la costa este ha sido entre razonable y moderado y, tal vez, menos interesante del que cabría esperar en la semana anterior al fin de semana de Pascua.

 

Thompson Seedless se está vendiendo con una horquilla de precios muy amplia, lo cual refleja una gran variedad de calidades y estados. La mayor parte de estas uvas presentan uno u otro problema y los ingresos de esta fruta variarán en función del estado en que se encuentren, de la velocidad en la que se ponga en circulación y de si se puede entregar en la puerta del retailer en lugar de enviarlo a un mercado mayorista.

 

Parte del volumen de Thompson Seedless que llega se está calificando como fruta de cámara, pero en esta complicada temporada se duda de cuánta de esta fruta es en realidad fruta de cámara y tiene la capacidad de esperar a que lleguen esos mejores precios previstos para mediados de abril. "Esperamos que el mercado tradicional de la uva blanca sin semillas se suavice en las próximas semanas cuando los vendedores se den cuenta de que tienen que deshacerse de sus lotes más flojos mientras todavía tengan valor y ceñirse a la fruta almacenada que reserven para vender más adelante", comenta Greenberg.

 

Las Crimson seguirán llegando en el último tramo de la cosecha de Chile. Estas uvas no tienen los mismos problemas de calidad que las Thompson Seedless. Aunque se esperan pocas ventas en la semana 14, la semana posterior a Semana Santa, prevemos un movimiento sólido después. Se dice que tanto el cultivo de Sonora, en México, como el de California están sufriendo cierto retraso, por lo que se espera que si el producto aguanta en buenas condiciones y la fruta no presenta afectaciones por las últimas lluvias, podríamos tener un mercado de Crimson más fuerte en las últimas semanas de abril.

Los citricultores de California siguen haciendo frente a complicaciones meteorológicas que han retrasado la cosecha y reducido la producción esperada, y que augura un final más temprano de la temporada de los cítricos dulces nacionales.

 

"No se espera que las naranjas Navel de California duren más allá de junio y es poco probable que las mandarinas aguanten más allá de mediados de mayo. Las expectativas para el mercado de los cítricos dulces del hemisferio sur son altas, muy altas", asegura Greenberg.

 

Está previsto que las primeras clementinas de Chile y Perú se encuentren con un mercado mermado, si no vacío. Los volúmenes de importación se incrementarán con la llegada de mayo y, para mediados de ese mes, debería haber una interesante combinación de variedades de pelado fácil de Chile, Sudáfrica, Perú y Uruguay, y se prevén buenos volúmenes durante todo el verano. Los volúmenes de mandarina tardías de todos los orígenes del hemisferio sur seguirán llegando a medida que vayan entrando en producción más hectáreas y se continúe plantando. Sin embargo, se cree que el aumento del consumo mantendrá los precios a un nivel relativamente estable.

 

Las cosechas de naranja Navel en Sudáfrica y Chile van con un poco de retraso con respecto a la temporada anterior, y se espera que se produzca un hueco en la costa este entre el final de la temporada de California y el inicio de las importaciones. Las naranjas Navel importadas de Sudáfrica empezarán a llegar a mediados de junio con volúmenes reducidos. No obstante, los volúmenes sudafricanos y chilenos crecerán en julio hasta niveles más capaces de servir al mercado y a los programas de retail. Es importante destacar que la Marketing Order de AMS/USDA que regula la madurez, la calidad y el estado de llegada de las naranjas Navel no se aplica a las llegadas de julio y agosto.

 

El adelanto de la temporada de importación de Navel debería traducirse en valor para los productores y los exportadores, no tanto en forma de precios más altos –aunque se esperan precios estables y atractivos este verano–, sino más bien en forma de menor acumulación de existencias durante toda la temporada. Esto último se traducirá en una mejor calidad.