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EE. UU.: La FDA aprueba las patatas y las manzanas modificadas genéticamente

La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) estadounidense ha aprobado varios alimentos obtenidos mediante modificación genética este pasado viernes argumentando que son "tan seguros y nutritivos como sus equivalentes convencionales".

Esta aprobación abarca seis variedades de patata de J.R. Simplot Co, de Boise, Idaho, y dos variedades de manzanas de la empresa canadiense Okanagan Specialty Fruits Inc.

Okanagan, con sede en la Columbia Británica, está intentando que las manzanas sean un tentempié más atractivo con una versión que no se oxida. La empresa afirma que no será necesario rociar las manzanas de IV gama con antioxidantes, como se hace hoy en día, lo que puede acabar afectando a su sabor. Neal Carter, el fundador de la empresa, afirma que quieren que las manzanas de IV gama crezcan tanto como lo han hecho las zanahorias baby.

A estas manzanas se les denomina Arctic Apples, y Carter afirma que quiere que se etiqueten de ese modo, ya que aportan una mejora al mercado. Las dos primeras variedades en recibir el tratamiento que evita la oxidación serán la Granny Smith y la Golden Delicious, y Carter comenta que no habrá plantaciones de importancia hasta 2017.

Simplot llama a sus patatas Innate y las variedades seleccionadas incluyen las Ranger Russet, las Russet Burbank y las Atlantic.

Las patatas muestran un 40% menos de daño por impacto y presión durante la recolección y el almacenamiento que las patatas convencionales, lo que, según la empresa, podría reducir hasta en más de 1.363 millones de kilos el volumen de patatas rechazadas cada año por los consumidores.

Al contrario que en Europa, donde hay una regulación muy estricta con respecto a los organismos modificados genéticamente (OGM), en los EE. UU. el proceso de revisión por parte de la FDA es voluntario. Ambas empresas han solicitado una de estas revisiones para garantizar que sus productos cumplan con los estándares de seguridad. Como parte del proceso, la FDA compara la seguridad y los datos de los alimentos a los que se ha aplicado la ingeniería genética con los de las variedades convencionales.

El Gobierno federal no requiere que los alimentos modificados genéticamente indiquen este hecho en su etiquetado, aunque las encuestas han demostrado que una mayoría de consumidores quieren saberlo. Una encuesta realizada el diciembre por Associated Press-GfK reveló que un 66% de los estadounidenses apoya el etiquetado obligatorio de alimentos modificados genéticamente. Cerca del 40% lo consideran "muy" o "extremadamente importante".

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Fecha de publicación: