“No nos esperábamos esto en absoluto”, asegura un portavoz de la organización a Le Figaro. “Puesto que casi una de cada cinco lechugas contiene algún producto perjudicial, ya no se puede decir que sea una coincidencia”.
Générations Futures es una organización comprometida con una estrategia preventiva con respecto a los contaminantes químicos. La organización busca trazas de sustancias prohibidas y disruptores endocrinos en los alimentos. Este verano, Générations Futures se ha centrado en las diferentes variedades de lechugas verdes, como los cogollos, la hoja de roble y la rúcula.
Para el estudio, la organización compró 31 lechugas de diferentes supermercados para su análisis. Descubrieron que, de media, las muestras contenían trazas de cerca de cuatro sustancias prohibidas diferentes. Sólo seis lechugas estaban libres de residuos. De las 31, 29 provenían de la propia Francia.
Efecto cóctel
Aunque las cantidades halladas eran mínimas, los expertos advierten acerca de un posible efecto cóctel. Creen que el almacenamiento de diferentes sustancias químicas puede aumentar su toxicidad. La lechuga es la cuarta verdura más consumida en Francia y tiene una imagen de ser muy saludable. De media, una familia francesa consume cinco kilos de lechuga al año. La lechuga también es conocida como la verdura con más trazas de productos para la protección de cultivos.
Fuente: NU