La empresa familiar de Austria lleva años abasteciendo de tomates a REWE International. REWE International inició la planificación y construcción del nuevo invernadero según sus criterios de sostenibilidad. "Los consumidores austríacos prefieren los productos producidos en Austria, especialmente las frutas y las verduras. La producción de tomates en invierno ha sido posible durante algún tiempo y las cortas distancias de transporte son un factor positivo. Sin embargo, es importante garantizar que la producción no afecte excesivamente al medioambiente", explica sobre el proyecto Frank Hensel, director ejecutivo de REWE International.
La producción en invernaderos puede consumir una gran cantidad de energía y, por tanto, se ha trabajado mucho para tener una producción sostenible. Un paso importante es la reducción significativa del consumo de energía mediante el uso de tecnologías como la deshumidificación controlada, la recuperación del calor, cristales dobles y cristales especiales en el tejado con una transmisión de luz del 97% y un aislamiento adicional. Además, el invernadero recibe energía de la mayor instalación de biogás renovable de Austria, y solamente se utilizan energías renovables.
"Proporcionamos a los tomates todo el tiempo que necesiten"
Christian Zeiler está satisfecho con el nuevo invernadero: "No solamente hemos creado 80 puestos de trabajo más y hemos escrito otro capítulo de la historia de nuestra empresa; también hemos establecido nuevos estándares en cuanto a la producción sostenible de tomates. Puedo decir sin temor a equivocarme que he conseguido el invernadero más innovador de Europa, y estoy convencido de que se puede notar en el sabor de los tomates que les proporcionamos todo el tiempo que necesiten para madurar".
Por una biodiversidad floreciente en Austria
Ambas variedades nuevas de tomates austríacos estarán disponibles inmediatamente y durante todo el año en BILLA, MERKUR y ADEG con la marca "Da komm‘ ich her" ("Soy de aquí") para que los consumidores puedan reconocerlos como productos austríacos. Esta etiqueta se introdujo en 2014 y, por cada artículo con esta etiqueta que se vende, un céntimo de euro va a parar a la Asociación por la Biodiversidad de Austria. Muchos prados, humedales y pantanos son el hábitat de muchas especies de animales y plantas raras y en peligro de extinción, y la asociación financia la conservación y el desarrollo de estos hábitats amenazados. Al final de 2015, deben de haberse financiado con esta iniciativa más de 2,5 millones de metros cuadrados de estos hábitats en toda Austria. El objetivo es proteger un total de 10 millones de metros cuadrados de estas regiones.