El aumento de los niveles de beta-criptoxantina –una sustancia presente en las Mikan– en la sangre reduce el riesgo de sufrir diabetes, esteatohepatitis no alcohólica y otros desórdenes. Ese ha sido el hallazgo clave de los científicos de la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria (NARO) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Hamamatsu.
"Está muy extendida la creencia de que la fruta contiene altos niveles de azúcar y, por tanto, incrementa el riesgo de sufrir diabetes", dice Minoru Sugiura, investigador sénior de la NARO. "Sin embargo, nuestros hallazgos revelan que es un factor preventivo, y no de riesgo".
Los investigadores llevaron a cabo un estudio de nutrición epidemiológico y estudiaron un total de 1.073 hombres y mujeres residentes en el distrito de Mikkabi-cho de Hamamatsu, famoso por su producción de naranjas Unshu-Mikan. Los sujetos del estudio tenían edades comprendidas entre 30 y 70 años.
Durante diez años, desde 2003, se comprobaron el estado de salud y la concentración en sangre de beta-criptoxantina de los sujetos. A continuación, los investigadores analizaron estadísticamente la relación entre la salud humana y la sustancia.
Los resultados mostraron que las personas con mayores niveles de beta-criptoxantina en sangre, quienes consumieron entre tres y cuatro Mikan al día, eran un 57% menos propensas a desarrollar diabetes que quienes consumieron menos de una mandarina Mikan al día.
En el caso de la administración de beta-criptoxantina a ratones, los investigadores descubrieron que la sustancia disminuía la inflamación hepática y aumentaba el consumo de energía por parte de las células adiposas.