Si tomamos en cuenta que el mercado americano y europeo paga casi el doble del precio que se consigue en mercado interno en Sudamérica, la producción de esta fruta es una opción rentable para los campesinos. “La implementación de tecnologías es nuestra principal inversión en estos momentos, pues tenemos suficientes productores, pero lo que falta es el manejo adecuado de los recursos. Países con mucho potencial como Perú tienen todos los recursos naturales para producir mucho volumen de fresas, pero para llegar a este nivel primero tienen desarrollar las metodologías y que cambiar de filosofía”, asegura Astorga.
“Las cuestiones logísticas también son un problema, pues las carreteras y las autoridades necesitan prepararse para este modelo productivo de exportación de frutas ‘sensibles’. Nosotros vemos a Perú como el país más apto a nivel mundial en el cultivo de fresas, pues su suelo y sus condiciones climáticas superan a los de Chile y California. Si sumamos que el campesino peruano es un trabajador muy productivo y ofrece resultados de alta calidad, Perú tiene el potencial para atender satisfactoriamente mercados internacionales”, continúa el representante.
“Nosotros estamos también trabajando con otros países con mucho potencial como Colombia, pero requieren una inversión muy alta en temas logísticos. Asimismo, dadas las condiciones climáticas propias del país, se necesita incorporar un manejo de tierras un poco más sofisticado y el uso de invernaderos es estrictamente necesario. Por un tema cultural, este proceso tarda mucho más tiempo que en otras regiones, por lo que son proyectos a largo plazo, pero con un resultado satisfactorio y duradero”, finaliza Andrés Astorga.
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Andrés Astorga
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